Cada año millones de niños alrededor del mundo esperan con ansiedad la llegada de San Nicolás o Santa Claus, quien de acuerdo a las tradiciones de muchos países occidentales, les llevará regalos a los niños la noche de Navidad, y aunque esa proeza pareciera imposible, hay especialistas que consideran que hay teorías científicas que le pudieran ayudar a explicar esa hazaña que desafía las leyes de la naturaleza.

Si usted o alguno de sus conocidos se desvelaron la noche del 24 con el único objetivo de ver a Santa Claus y nunca lo vio, no se preocupe, de acuerdo con los científicos, para cumplir con todas las entregas de regalo, San Nicolás sólo tarda 0.0002 segundo en cada casa. Visita tan rápida que hace literalmente imposible para el ojo humano poder verlo.

En un ensayo titulado Santa Claus y la física contemporánea, Gerardo Herrera Corral, investigador del Departamento de Física del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), comenta que para encontrar una explicación de cómo entrega Santa en sólo una noche todos los regalos, primero habría que ubicar su residencia.

Aunque todos ubican la residencia de Santa Claus en el Polo Norte, científicamente sería más probable que fuera en el Polo Sur, en el hielo del antártico, porque es un punto estratégico para comenzar el viaje por el mundo.

Después se debe tomar en cuenta la cantidad de personas que lo esperan. Actualmente la población del mundo ha llegado a los 7 mil millones de individuos, de ellos 2,340 millones son cristianos, pero sólo un tercio es menor a 15 años, decir, 778 millones y de estos, una fracción tiene menos de 8 años y se encuentra a la expectativa de Santa Claus.

Con los datos anteriores se puede estimar que alrededor de 390 millones de niños esperan un regalo de San Nicolás la noche del 24 de diciembre, problema que se agudiza debido a la ubicación de los infantes que se distribuyen en prácticamente todos los continentes del orbe, por lo que Papá Noel, tendría que moverse a la velocidad que gira la Tierra para cumplir con su misión, es decir, cuenta con 0.000221 segundos por niño para la entrega de los regalos.

¿Pero cómo hace Santa Claus para entregar los regalos en un lapso de tiempo tan breve?. Una posible explicación es que existan más dimensiones de las que conocemos. El mundo tal como se conoce y percibe es de tres dimensiones espaciales y una dimensión temporal, pero no hay ninguna razón para pensar que esto sólo deba ser así.

De acuerdo con el ensayo de Gerardo Herrera, una cuarta dimensión espacial podría ofrecer una explicación al fenómeno, dado que Santa Claus tendría la capacidad de desplazarse sin obstáculos materiales como las paredes, ventanas o chimeneas, ni se preocuparía por ser sorprendido.

La existencia de dimensiones extras no sólo facilitan el trabajo de Santa Claus, también ofrecen una explicación a los neutrinos súper luminosos medidos por el experimento OPERA del CERN; además lo interesante del modelo de dimensiones extras, es que pueden ser puestos a prueba en experimentos como el Gran Colisionador de Hadrones, explicó el científico.

En realidad 0.000221 segundos es un buen rato si se consideran los tiempos con que trabajan los científicos hoy en día; por ejemplo, los protones del Gran Colisionador viajan a 99.9999991 % la velocidad de la luz, lo que les permite dar 7 vueltas y media a la tierra en un segundo.

En estas circunstancias un protón del Colisionador recorre más de 66 kilómetros en el mismo tiempo que tiene Santa Claus para atender a cada niño. No estaría mal pues que Santa Claus se sometiera a un proceso de ionización que le permita hacer uso de los aceleradores de CERN y así podría realizar su trabajo de manera expedita, sugiere Gerardo Hererra Corral

Además, San Nicolás cuenta hoy con avances de la tecnología que le permitirán hacer su trabajo con mayor exactitud, como detectores de infrarrojo; dispositivos de posicionamiento GPS, detectores de metales, teléfono celular, los recursos de cómputo GRID y las herramientas satelitales que lo mantiene conectado donde quiera que esté.

Finalmente, es posible que Papá Noel haya leído un artículo publicado en Science de marzo de 2010, donde Nicholas Stenger, da cuenta que científicos alemanes han encontrado la manera de hacer que un objeto desaparezca de la vista en tres dimensiones; es decir, encontraron la manera de hacerlo invisible.