La embajadora de Ecuador en Reino Unido, Ana Albán, afirmó ayer jueves en Londres que fue "bastante difícil" cuando el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, llegó a la modesta legación londinense, y que hasta los seis meses, la presencia del periodista ha sido acostumbrada.

"Al principio fue bastante difícil, y ahora está bien", declaró Albán a los periodistas internacional con motivo de la visita del líder de la izquierda radical francesa Jean-Luc Melenchon a Assange, quien esta asilado en la embajada a la espera de una resolución de su caso.

"Tenemos un acuerdo no escrito sobre cómo funcionan las cosas, lo que el equipo de la embajada debe hacer y lo que hace él", informó Albán sin dar más detalles.
Consultada sobre el estado de salud del australiano, la diplomática detalló que no tenía "nada que necesitara atención médica", pero si mostró su preocupación de que en algún momento le pueda pasar algo.

Albán dijo la semana pasada en Quito que el creador de WikiLeaks tenía "una afección crónica en el pulmón que podría agravarse en cualquier momento", sin embargo la embajada precisó luego que no se trataba de una "afección médica urgente".

Assange vive desde el pasado 19 de junio en una habitación de la legación situada frente a los elegantes almacenes Harrods, "y ya se pueden imaginar lo difícil que es tener aire fresco, tener sol y tener espacio", señaló la embajadora.

Un médico lo visita seguidamente, porque, dijo, "cuando tienes un invitado en casa, quieres asegurarte de que esté bien".

Con respecto a la situación psicológica, explicó que no puede juzgar si había cambiado porque "no éramos amigos antes". "Pero lo que veo es que es alguien que está en pleno control de sus emociones y en pleno control de lo que hace. Mantiene su trabajo como siempre y se le ve bien", agregó.

Sin embargo, pidió a Suecia y Reino Unido a dar muestras de "buena voluntad" para alcanzar una solución a este caso. "Cuando uno quiere resolver algo, necesita la buena voluntad de las partes. Por nuestra parte, queremos resolver este asunto. Depende de cuando las otras partes quieran una resolución", agregó.

Ecuador cedió asilo a Assange el pasado 16 de agosto, 60 días después de que se refugiara en su embajada para evadir una segura extradición a Suecia de ser sospechoso de cuatro supuestos delitos sexuales que descarta haber cometido y de los que no ha sido acusado.

El Comunicador teme que ese país lo entregue a Estados Unidos, donde estaría de condenado a pena de muerte o cadena perpetua por haber revelado decenas de miles de documentos confidenciales de su gobierno a través de WikiLeaks, y sigue esperando de un salvoconducto, opción que en el estado actual de las cosas parece difícil, o de una garantía de que no habrá una segunda extradición.

"Está dispuesto a ir a defenderse, y sólo pedimos una cosa: que Suecia se comprometa a no entregar a Assange a Estados Unidos porque en el caso de lo sea su suerte es conocida de antemano, basta con ver como es tratado el soldado Manning", aseguró Melenchon, copresidente del Partido de Izquierda francés. Se refería a Bradley Manning, soldado estadounidense acusado de ser el 'topo' de WikiLeaks, sometido a un régimen de detención ultrasevero y que corre el riesgo de ser condenado a cadena perpetua.