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Irán comenzó a insertar el combustible nuclear en el reactor del centro de investigaciones de Teherán. Al mismo tiempo las autoridades del país islámico han cursado a Catherine Ashton, Alta Representante de la UE para Asuntos Exteriores, un mensaje diciendo estar dispuesto a negociar con el ‘sexteto’ de mediadores internacionales.
Anteriormente los países occidentales se negaron a suministrar el combustible a Teherán. En el mayo del 2010 la república islámica logró acordarse con Turquía y Brasilia sobre el cambio del uranio de bajo nivel de enriquecimiento al combustible.
Pero el convenio no fue cumplido porque el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó nuevas sanciones contra Irán. EE. UU. y varios países occidentales acusan a la república islámica de elaborar las armas nucleares. Teherán rechaza todas las inculpaciones asegurando que su programa nuclear es puramente pacífico.
Aunque para la producción de armas nucleares hay que enriquecer uranio hasta el 93,5%, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) sigue advirtiendo sobre el carácter peligroso del programa.