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El Fondo Monetario Internacional considera en la revisión de sus pronósticos de la economía mundial que hay una tendencia a la baja y el crecimiento económico del planeta será solamente del 3%, durante una reciente reuniones anuales del organismo y el Banco Mundial del año 2012 en Tokio, Japón, realizado ayer.
Expresa el informe que la depresión del comercio perjudicará a los mercados emergentes y países en desarrollo pero considera que las perspectivas podrían mejorar si se despejaran las incertidumbres sobre la zona del euro y el precipicio fiscal en Estados Unidos.
Para el FMI la situación y el panorama de la economía mundial lo nota más sombrío que el de hace unos pocos meses, e indicó un mayor deterioro de las perspectivas y señala un aumento de los riesgos. En general, se han revisado a la baja los pronósticos del FMI de
crecimiento mundial a 3,3% este año y a un todavía anémico 3,6% para el próximo año 2013, indica.
El informe WEO más reciente del organismo rector de la economía mundial ,afirma que las economías avanzadas crecerán 1,3% en el 2012 si se compara con el 1,6% el año pasado y 3,0% en 2010, y los recortes del gasto público y un sistema financiero aún debilitado pesan sobre las perspectivas.
El crecimiento de las economías de mercados emergentes y en desarrollo se revisó a la baja
en comparación con los pronósticos de julio y abril, y se situó en 5,3%, frente al 6,2% del año
pasado. En todos los principales mercados emergentes —China, India, Rusia y Brasil— se
registrará una desaceleración del crecimiento. Se proyecta que el crecimiento del volumen de
del comercio mundial se contraerá a 3,2% este año, frente a 5,8% el año pasado y 12,6%
en 2010, afirma el informe.
Expresa que los mercados emergentes serán afectados por las economías avanzadas que tienen la baja tasa de crecimiento y la incertidumbre. Señala también el FMI que serán afectadas las economías en desarrollo por vía de los canales comerciales y financieros, lo cual agrava las debilidades internas, dijo el jefe económico del FMI, Olivier Blanchard.
Reuniones Anuales en Tokio
La divulgación del muy esperado pronóstico abre una semana de intensa actividad en Tokio,
donde más de 10.000 autoridades de bancos centrales, ministros de Hacienda y Desarrollo,
ejecutivos del sector privado, representantes del mundo académico y periodistas se han
reunido para debatir los problemas económicos mundiales durante las Reuniones Anuales del
FMI y el Banco Mundial que se celebran en la capital de Japón. Se publicarán además otras
dos evaluaciones económicas fundamentales, el Informe sobre la estabilidad financiera mundial (informe GFSR), sobre el estado del sector financiero; y el Monitor Fiscal, en el que se
examinan las finanzas públicas.
El FMI explicó que su pronóstico se basa en dos supuestos clave sobre política económica: uno
es que las autoridades europeas toman el control de la crisis de la zona del euro, y el otro es
que las autoridades estadounidenses adoptan medidas para evitar el ―precipicio fisca e
impiden que entren en vigor el aumento automático de los impuestos y los recortes del gasto.
Si no se toman medidas con respecto a cualquiera de los dos problemas, las perspectivas de
crecimiento serían mucho peores.
Según el pronóstico, se prevé que la política monetaria en las economías avanzadas seguirá
siendo acomodaticia. Los principales bancos centrales recientemente pusieron en marcha
nuevos programas para comprar bonos y mantener las tasas de interés en niveles bajos. Pero
el sistema financiero mundial sigue siendo frágil, y los esfuerzos en las economías avanzadas
para frenar el gasto presupuestario, si bien son necesarios, han entorpecido la recuperación.
Proyecciones por región
Se pronostica una recuperación trastabillante en las principales economías avanzadas, con un
crecimiento que permanecerá en un nivel bastante saludable en muchas economías de
mercados emergentes y en desarrollo. Según el FMI, los indicadores anticipados no apuntan a
una aceleración significativa de la actividad, pero últimamente las condiciones financieras han
mejorado en respuesta a las medidas adoptadas por las autoridades en la zona del euro y al
relajamiento de la política por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos.
En Estados Unidos, el crecimiento medio será de 2,2% este año. Se proyecta que el PIB
real se expandirá alrededor de 1½% durante el segundo semestre de 2012, y que
aumentará a 2¾% a finales de 2013. La debilidad de los balances de los hogares y la
escasa confianza, las condiciones financieras relativamente restrictivas y la continua
consolidación fiscal son los obstáculos que impiden un crecimiento más dinámico.
Zona euro
Para la zona del euro se proyecta que el PIB real se reducirá 0,4% en 2012 en general:
alrededor de ¾% (en cifras anualizadas) durante el segundo semestre de 2012. Gracias a
menores recortes presupuestarios y la aplicación, a escala nacional y de toda la zona del
euro, de políticas orientadas a mejorar en mayor medida las condiciones financieras a
finales de 2013, se proyecta que el PIB real permanecerá invariable en el primer semestre
de 2013 y se expandirá alrededor de 1% en el segundo semestre. Se prevé que las
economías del “núcleo” registrarán un crecimiento bajo pero positivo en 2012–13. La
mayoría de las economías de la “periferia” probablemente sufrirán una fuerte contracción
en 2012, provocada por el carácter restrictivo de las políticas fiscales y las condiciones
financieras, y empezarán a recuperarse tan solo en 2013.
Japón
En Japón se proyecta un crecimiento de 2,2% en 2012. El ritmo de crecimiento disminuirá
considerablemente conforme vayan concluyendo las tareas de reconstrucción posteriores al
terremoto. Se pronostica que el PIB real se estancará en el segundo semestre de 2012 y
que crecerá aproximadamente 1% en el primer semestre de 2013. De ahí en adelante se
prevé una mayor aceleración del crecimiento.
No hay tasas de crecimiento favorable para economías emergentes
Los fundamentos económicos siguen siendo sólidos en muchas economías que no han
sufrido una crisis financiera, especialmente en muchas economías de mercados
emergentes y en desarrollo. En esas economías, el fuerte crecimiento del empleo y el
sólido nivel de consumo deberán seguir impulsando la demanda y, junto con una política
macroeconómica más laxa, propiciar una inversión y un crecimiento saludables. Sin
embargo, no se proyecta que las tasas de crecimiento retornen a los niveles previos a la
crisis.
En las economías en desarrollo de Asia, el crecimiento medio del PIB real será de 6,7%
en 2012 y se pronostica que se acelerará a 7¼% en el segundo semestre de 2012. El
principal responsable de esta aceleración será China, donde se prevé que la actividad se
verá impulsada gracias a la aprobación más rápida de proyectos de infraestructura pública.
Las perspectivas para India son inusualmente inciertas: para 2012 se proyecta un
crecimiento del PIB real de 5%, con un crecimiento débil en el primer semestre y una
continua desaceleración de la inversión, pero gracias a mejoras de las condiciones externas
y la confianza ––ayudadas por diversas reformas anunciadas recientemente–– se proyecta
que el crecimiento del PIB real aumentará a alrededor de 6% en 2013.
En Oriente Medio y Norte de África, la actividad en los países importadores de petróleo
probablemente se verá frenada por la persistente incertidumbre relacionada con los
procesos de transición política y económica tras la Primavera Árabe y por la debilidad de
los términos de intercambio: el crecimiento del PIB real probablemente se desacelerará a
alrededor de 1¼% en 2012 y repuntará moderadamente en 2013. Debido en gran medida a
la recuperación en Libia, el ritmo general de crecimiento en los países exportadores de
petróleo repuntará marcadamente en 2012, a más de 6½%, para luego retornar a
alrededor de 3¾% en 2013.
Para América Latina se proyecta que el PIB real crecerá aproximadamente 3¼% en el
segundo semestre de 2012. De ahí en adelante de prevé que se acelerará a 4¾% en el
curso del segundo semestre de 2013. En el caso de Brasil, la aceleración proyectada es
fuerte gracias a medidas fiscales focalizadas que buscan promover la demanda a corto
plazo y a la aplicación de una política monetaria más laxa, incluidos recortes de la tasa de
política monetaria equivalentes a 500 puntos básicos desde agosto de 2011. No se
pronostica un repunte apreciable del ritmo de la actividad en otros países de la región.
En las economías de Europa central y oriental, se prevé que la mejora de las
condiciones financieras en las economías golpeadas por la crisis, una demanda algo más
fuerte por parte de la zona del euro y el fin de un ciclo de auge y caída en Turquía
produzcan un repunte del crecimiento a 4% a finales de 2013. La Comunidad de Estados
Independientes crecerá a un ritmo de 4,0% este año, y Rusia registrará un crecimiento de
alrededor de 3,7%.
Se prevé que África subsahariana seguirá creciendo vigorosamente, a un promedio
superior al 5%. La mayoría de los países de la región están en un proceso de fuerte
expansión, con la excepción de Sudáfrica, que se ha visto perjudicada por sus estrechos
vínculos con Europa. Últimamente, algunos países importadores de alimentos en la región
han sido afectados por el brusco aumento de los precios mundiales de unos pocos cultivos
alimentarios importantes.