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En una entrevista con Kyodo News, el presidente Ma Ying-jeou expresó ante preguntas sobre la disputa pesquera entre Taiwán y Filipinas que esta disputa sobrepasa la magnitud de un conflicto pesquero común, ya que se trata de un buque de las autoridades filipinas que disparo contra un barco pesquero taiwanés causando la muerte de un pescador, por lo que el presidente dijo que este es un grave caso de asesinato.

El presidente explicó que es por esta misma razón que poco tiempo después de ocurrir el incidente, el gobierno de la República de China presentó 4 exigencias, sin embargo tras no recibir una respuesta positiva por parte de Filipinas en un plazo de 72 horas, el gobierno taiwanés aplicó 11 sanciones a Filipinas, incluyendo la congelación de las solicitudes de empleados filipinos.

Por otra parte Ma expresó que por el momento, las autoridades de Taiwán y Filipinas han completado sus investigaciones de forma paralela, y que ahora se encuentran realizando consultas para alcanzar una conclusión conjunta; esperando que estos procedimientos puedan concluir lo antes posible para que las relaciones entre ambos países puedan volver a la normalidad.

Por último el presidente Ma indicó que de acuerdo a las investigaciones, el barco pesquero taiwanés se encontraba en las aguas comunes entre Taiwán y Filipinas, y no en aguas territoriales de Filipinas; el pesquero taiwanés no estaba equipado con ningún tipo de armamento, además de ser 6 veces más pequeño que el barco filipino.

Ma enfatizó que es por estas pruebas que se muestran que fue un caso de asesinato intencional, y que por eso hay que buscar justicia para los taiwaneses y las víctimas del incidente.