Foto El partido Cambiemos del acaudalado Mauricio Macri se alzó en segunda vuelta para tomar el control de la presidencia de Argentina con el 51.44% de los votos escrutados sobre el candidato oficial Daniel Scioli del Frente para la Victoria , FPV, que obtuvo el 48.56% de los votos. El dato viene de la Dirección Nacional Electoral que ya reportó el escrutinio del 98.83 por ciento de votos escrutados.
La jornada electoral en Argentina transcurrió con normalidad, con un índice de participación del 78 por ciento.
El ganador de estas elecciones tomará posesión del cargo el próximo 10 de diciembre, tras doce años de gobiernos Kirchneristas.
Para estos comicios más de 32 millones de electores estaban convocados a ejercer su derecho al voto. En la primera vuelta del 25 de octubre, Daniel Scioli obtuvo el 36,86 por ciento del respaldo, mientras que Mauricio Macri lo escoltó con el 34,3 por ciento.
Los resultados electorales indican un cambio en el panorama de Argentina que tendrá , según analistas políticos, incidencia en el panorama de América Latina.
Diarios de Argentina señalan que Macri sacó 4 millones más de votos que en la primera vuelta y es el Presidente. Logró números récord en Córdoba, repitió en la Ciudad, Santa Fe y Mendoza, y dio vuelta Entre Ríos. Además, se acercó en Buenos Aires. Secundado por sus aliados, Sanz y Carrió, prometió "trabajar para unir a los argentinos".
Mauricio Macri había fundado Cambiemos hace 10 años y con su triunfo termina la era del Krichnerismo. Supo hábilmente canalizar el descontento . Cambiemos le sacaba unos 3 puntos a su rival del FPV. Los diarios argentinos afirman que se ganó al miedo pero no a un ajuste y una devaluación, sino a una continuidad del modelo. Si se toma como parámetro el umbral de las primarias, a Scioli le costó romper el corset de votos cautivos que consiguió aquel 9 de agosto. En paralelo, Macri, que partió de un piso notoriamente más bajo, capitalizó el apoyo opositor, en particular el que había elegido a Sergio Massa. Entre el 25 de octubre y ayer sumó más de 4 millones de sufragios, contra 2,7 millones de Scioli. La diferencia cuantitativa explica apenas una parte del triunfo de Macri. Cambiemos ganó en 9 de las 24 provincias, cuando el 25 de octubre lo había hecho sólo en 5. Pero, además, lo hizo en casi todos los distritos clave: logró números récord en Córdoba, con más de 70 puntos. Repitió en la Ciudad, Santa Fe y Mendoza. Dio vuelta Entre Ríos. Y se acercó en Buenos Aires, subiéndose de costado a la ola que arrancó María E. Vidal. ¿El plus? Un triunfo simbólico en Jujuy.
Macri tendrá el desafío de gobernar con un mapa político inédito: por un lado, manejará las tres principales cajas del país (la Nación y las dos Buenos Aires), pero luego tendrá apenas un puñado de gobernadores aliados (los radicales Gerardo Morales -Jujuy-, Alfredo Cornejo -Mendoza- y Ricardo Colombi -Corrientes-). El resto será básicamente peronista.
Su relación con esos gobernadores, desde el 10 de diciembre, se relacionará con otro ring adverso: el estratégico Senado. Macri apostará a que una buena relación con los mandatarios, siempre dependientes del poder central, lo ayude a disciplinar legisladores anti PRO.
En Diputados, la llave tiene nombre y apellido: Sergio Massa. Su bloque, UNA, contará con una treintena de dirigentes cuyas manos serán clave a la hora de votar en la Cámara Baja. El ex jefe de Gabinete de Cristina se mostró ayer abierto a acompañar las medidas que considere positivas. La negociación por cargos en la provincia de Buenos Aires también podría ayudar a convencerlo.
En Diputados, la llave tiene nombre y apellido: Sergio Massa. Su bloque, UNA, contará con una treintena de dirigentes cuyas manos serán clave a la hora de votar en la Cámara Baja. El ex jefe de Gabinete de Cristina se mostró ayer abierto a acompañar las medidas que considere positivas. La negociación por cargos en la provincia de Buenos Aires también podría ayudar a convencerlo.
En lo formal, Macri se convertirá en el sexto presidente elegido por el voto popular desde la vuelta de la democracia: lo antecedieron tres peronistas (Carlos Menem, Néstor y Cristina Kirchner) y dos radicales (Raúl Alfonsín y Fernando de la Rúa). Otros cuatro dirigentes del PJ se colaron por la puerta del costado: Eduardo Duhalde, Adolfo Rodríguez Saá, Eduardo Camaño y Ramón Puerta.
Por otro lado el candidato oficialista, Daniel Scioli, subió al escenario del búnker del FpV, cerca de las nueve de la noche, cuando alrededor de un 45% de mesas escrutadas lo daba como ganador a Mauricio Macri en el balotaje para suceder a Cristina Kirchner.
El candidato presidencial, junto a su compañero de fórmula Carlos Zannini y su esposa Karina Rabolini, se dirigió a la militancia presente. "Se ha elegido al nuevo presidente, ingeniero Mauricio Macri, a quien llamé deseándole éxitos por el futuro del país", afirmó.
Las primeras palabras de Scioli también destacó el proceso electoral y las principales medidas del kirchnerismo. "Dejamos la tasa más baja de desempleo de los últimos años. La tasa más baja de desendeudamiento desde 1976. Una argentina que ha puesto en la educación un lugar fundamental de la inclusión social, generando innumerables oportunidades a los jóvenes", dijo el candidato del Frente Para la Victoria, rodeado de su compañero de fórmula, Carlos Zanini, su mujer, Carina Rabolini, y su hija, además de los miembros de su actual gabinete en la Provincia.
Scioli dijo: Hemos puesto todo nuestro esfuerzo y tenacidad para persuadir y convencer al pueblo. Soy profundamente demócarata y respetuoso de la voluntad popular. El público ha elegido una alternativa y esperemos que Dios los ilumine para poder mejorar el país".
El discurso de Scioli continuó con reconocimientos a su equipo y a la militancia. "Mi espíritu es de colaboración, para defender a los más humildes, a los trabajadores, a la clase media y las conquistas de estos años. Por eso quiero agradecerles el acompañamiento a quienes le han sacado tiempo a su familia y a su trabajo. La militancia superó a nuestro espacio político, señaló el candidato derrotado.
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