| Panem et circenses (Pan y Circo) (literalmente, pan y juegos  del circo) Algunos historiadores sostienen que la frase data del siglo I y se  le atribuye al poeta romano Juvenal – nacido 55 años después de Cristo - quien  la dejo escrita en un poema (sátira). Gramaticalmente, está formada por el  acusativo de panis, -is (pan) y el acusativo de circensis, -e (circense). El pueblo romano que en un tiempo se considero “el pueblo  rey”, que en ese entonces distribuía el imperio, las fasces, las legiones, y  todo, ansiaba tan solo dos cosas: pan y juegos. El pan al que se refiere  Juvenal es la annona, el pan subvencionado por el Gobierno de Roma. Todos los  ciudadanos romanos tenían derecho a la manutención gratuita. La subvención  consistía en vender el trigo al precio por debajo del que ofrecía el mercado  libre. La idea fue del político populista Cayo Sempronio Graco y se inicio en  el año 123 a.C.  Desde ese momento para los políticos la solución más cómoda para ascender en su  carrera política era ganarse el favor del “pueblo llano” llenando sus estómagos.  Hoy, siglos después, ocurre lo mismo. Esta a la vista de todos. En sus orígenes el vocablo “pan y circo” se usaba para  describir la costumbre de los emperadores romanos de regalar trigo y entradas  para los juegos circenses (carreras de carretas y otros) como una forma de  mantener al pueblo distraído, que no pensara en la política, en los políticos,  en los funcionarios del régimen, en las “malas” prácticas gubernamentales, en  los problemas y necesidades del pueblo. El emperador Julio Cesar mandaba a distribuir el trigo  gratuitamente, o venderlo muy barato, a los más pobres, unos 200 mil  beneficiarios. Tres siglos más tarde, Aureliano continuaría con la costumbre  repartiendo a 300 mil personas dos panes gratuitos por día.
 Pero llego el momento en que hubo que recorrer el camino  inverso: primero se restringió el reparto de pan, cada vez menos. Luego hubo  que volver a pagarlo rebajado. Y finalmente se volvió al precio de mercado. Esa vieja fórmula de los emperadores, sobre todo de los más  corruptos del Imperio Romano, parece que sigue teniendo vigencia hoy día en  Venezuela, lamentablemente. Aquí todas las dadivas que salen a diario de las  arcas públicas a todos los niveles, para la horrorosa y abusiva propaganda y  para mentir por los medios diciendo que todo el pueblo come carne todos los  días y bebe leche, etc. Hemos visto como basta un poco de pan y mucho circo, mucho  espectáculo, cuanto más degradante mejor, para contentar a la plebe antes,  ahora el pueblo, “mi pueblo”, para que no se amotine, para que no proteste,  para que no reclame, para que calle. Como en aquellos tiempos pasados: “Los  esclavos no tienen derechos y los patricios viven con un lujo insultante”. Hoy  día los esclavos son el pueblo, como en Cuba y los patricios de antes son los  funcionarios públicos por ahora del régimen. También apuntaban los  romanos:…para que un pueblo sea digno y dueño de su propio destino, debe  ejercitar la virtud en grado sumo. Familia, trabajo, religión, orden y ley, son  las bases sustanciales y fundamentales de una sociedad libre y bien  constituida”…Pero aquí llevamos casi diez años, por ahora, de degradación  constante. Hasta la cabeza del régimen masca coca en televisión, en el desayuno  y todos los días, según sus propias palabras y gestos. ¡Que queda para el resto  de la población! Tronco de ejemplo para las nuevas generaciones. ¡Y que  tranquilo este pueblo y las supuestas autoridades e instituciones que tiene! Pan y Circo se considera, también, una voz latina peyorativa  de uso actual que describe la práctica del presente régimen de gobierno para  mantener tranquila a la población, dopada, y para ocultarle los hechos  bochornosos y controvertidos de todos sus funcionarios. Provee a una pequeña  parte del pueblo, a “sus” masas, del alimento “mercal” y/o “pdval”, etc., y  “espectáculos públicos con renombrados interpretes” pero de baja calidad y,  sobre todo, con criterios de asistencia social. Y para que se acostumbren a las  colas “tipo cuba”.  Sometimiento por hambre.Es así como trata de ocultar su inmensa incapacidad de  gestión gubernamental porque no soluciona ningún problema y empeora toda  situación en donde se hace presente.
 
 Pan y Circo se usa, también, para criticar a las personas y  al pueblo que se deja engañar por el régimen de turno. Hoy no es ninguna  novedad observar cuan aparentemente fácil ha sido engañar a parte importante  del pueblo venezolano y del latinoamericano, a sus ciudadanos.
 Pero ya se nota algo terrorífico: solo va quedando el circo  sin el pan. Falta conocer cuanto tiempo mas aguanta este supuesto pueblo, estas  supuestas instituciones, estos supuestos líderes y estos supuestos militares. “Nadie se nos montará encima si no doblamos la espalda”  Martin Luther King, 1929-1968, Religioso norteamericano. |