En todo occidente no hay partidos más grandes que las dos  fuerzas polares norteamericanas. Tanto los demócratas como los republicanos  tienen más afiliados cada uno que la totalidad de los habitantes de cualquiera  de las naciones hispanas, a excepción de la mexicana. 
            Ambos realizan un extenso proceso de selección de candidatos  en aras de nominar a su plancha presidencial   de cara a las elecciones generales del 4 de Noviembre. Durante cinco  meses, del 3 de Enero al 3 de Junio, estas dos fuerzas realizan internas y  asambleas en distintas fechas en un total de 56 circunscripciones para nominar  a sus delegados para sus respectivas conferencias partidarias, las cuales se  darán unos dos meses antes de las presidenciales. 
            El 5 de febrero fue el mayor “súper dúper Martes” de la  historia norteamericana.  Nunca antes  tantos millones de ciudadanos sufragaron al mismo tiempo para nominar quienes  deben ser los candidatos presidenciales tanto de los republicanos como de los  demócratas. Millones de demócratas votaron en 22 Estados además de Samoa  Americana y en la diáspora, mientras que los republicanos hicieron lo propio en  21 Estados. 
                          Si los demócratas proclamarán su binomio presidencial en su  convención del 25 al 28 de Agosto en Denver, los republicanos lo harán una  semana después: entre el 1 y 4 de Septiembre en Minneapolis. 
            El sistema de elección de los 4,049 delegados republicanos y  de los 2,380 delegados republicanos es muy complicado. En algunos Estados éstos  se nominan mediante asambleas (“caucus”) o elecciones. Mientras los demócratas  tienen sistemas de representación proporcional, los republicanos tienen muchos  Estados donde quien gana en éstos o en sus distritos se queda con todos los  delegados.  
               
              Sorpresas 
              Este es el sistema de preselección de candidatos más largo,  caro y complicado del mundo y en el 2008 se ha hecho aún más complejo debido a  que esta vez han habido más votantes, a que por primera vez en dos tercios de  siglo no hay nadie del binomio presidencial en ejercicio que se postule a la  re-elección y a que esta es la única oportunidad en la historia en que pueden  debutar en la presidencia una mujer, un negro, un mormón y un octogenario. 
              Este proceso, además, ha sido muy volátil. En el caso de los  republicanos John McCain, quien hasta hace unos 3 a 4 meses estaba muy mal, sin  fondos y con bajos porcentajes, ha terminado convirtiéndose en el favorito de  su partido y también del público para ganar las presidenciales. 
            En  2007 las encuestas  para conseguir la nominación de dicho partido lo usual era que éstas colocaran  hasta antes de navidad en primer lugar al ex alcalde de Nueva York Rudy  Giuliani y hasta mediados de Noviembre a Fred Thompson en el segundo puesto.   No obstante, ambos precandidatos se han  retirado de la contienda.  
              En los días en que se cambiaba de año el ex pastor bautista  Mike Huckabee empezó a encabezar los sondeos republicanos y también ganó el  primer Estado que fue a votar (Iowa el 3 de Enero). Empero, el liderazgo en las  encuestas terminaría pasando al senador John Mc Cain (quien el 29 de Agosto  cumple 82 años de edad). 
            Durante todo el 2007 la senadora Hillary Clinton siempre  tuvo una ventaja de dos dígitos sobre el senador Barack Obama, la cual llegó a  ser de unos 30 puntos de diferencia. Sin embargo, en Iowa Obama ganó y a nivel  nacional él empezó a estar más o menos en el mismo nivel que su rival. 
            Por el momento John McCain tiene levemente más preferencias  en los sondeos que los demócratas, aunque en el 2007 los republicanos estaban  por debajo de sus contendores. No obstante, todo ello puede variar en una o más  direcciones más de una vez. Posibles cambios en la situación interna o externa  de EEUU han de influir sobre ello. Por ello, si la economía norteamericana se  sigue cayendo ello golpeará al partido de gobierno, pero si el país sufre un  atentado terrorista de gravedad o entra a una nueva guerra ello podría subir  los bonos del halcón McCain y bajar los del palomo Obama. 
               
              John McCain es el gran ganador del Súpder Dúper Martes   
              Tras que algunos  precandidatos importantes, como el demócrata John Edwards o el republicano  Giuliani, abandonaron sus postulaciones, la carrera se redujo a dos caballos  dentro del partido de los “burros” (Obama vs Clinton) y a tres en el de los  “elefantes” (McCain, Romney y Huckabee). 
            De todos esos 5 candidatos el indiscutible gran ganador es  McCain.  El entró al “Súper Dúper Martes”  teniendo en su haber a menos de la mitad de de los delegados electos y  con una leve ventaja en cuanto a éstos frente  a su más inmediato rival Mitt Romney.  Es  más, este último había triunfado en 4 Estados (Nevada, Michigan, Wyoming,  Maine) mientras que McCain solo había vencido en 3 (New Hampshire, South Carolina,  Florida) y Huckabee en uno (Iowa). 
            En el 5 de febrero McCain ganó en 9 de los 21 Estados que  estaban en juego  (New York, California y  Illinois,  Missouri, Oklahoma,  Connecticut, Arizona, New Jersey y   Delaware). El hecho que él haya ganado en los tres Estados más poblados  y donde el triunfador (ya sea a nivel estatal o distrital) se queda con todas  las delegaciones, le ha favorecido enormemente.  
            Al final de esta jornada McCain ha terminado  acumulando más de la mitad de los 1,191  delegados que necesita para ganar la convención republicana y hoy él ya tiene  un 50% más de delegados que la suma de sus rivales.  
            Dentro de los republicanos otro que puede sonreír es Mike  Huckabee  quien ha tenido un re-despegue  al ganar en 5 nuevos Estados (Alabama, Arkansas –donde ha sido gobernador-,  Georgia, West Virginia y Tennessee). Todas sus victorias se han dado en 5  bastiones conservadores del Sur. 
            Mitt Romney es, de todos los 5 candidatos, el único de todos  que ha quedado peor parado. El es el republicano que más dinero ha gastado en  avisos y quien llegaba con mucha viada al “Súper Dúper Martes” (pues, entre  otras, ganó el último estado antes de dicha fecha: Maine).  Sin embargo, él no logró su meta de derrotar  a McCain en California (el Estado más poblado que hay) a pesar que allí le han  dado mucho apoyo un millón de sus correligionarios mormones y que allí centró  gran parte de sus recursos. El puede darse el lujo de haber ganado en 7 Estados  (Massachusetts, Montana, Utah, Minnesota, Colorado, North Dakota y Alaska) y  que en Utah (el Estado mormón) él se impuso con el mayor porcentaje registrado  en este proceso (90% en su favor contra 5% para McCain), pero, en vez de  acortar o revertir la pequeña diferencia que le llevaba McCain, ha terminado  quedando con menos de la mitad de los delegados de su rival. 
            Romney, además, ha fracasado en sus intentos de convertirse  en el único representante viable del ala derecha de su partido. El no logró  marginalizar a Huckabee, quien, pese a no tener sus millones, logró un  respetable respaldo. 
               
              Conservadores partidos 
              La derecha religiosa y monetarista de los republicanos  quisiera que ésta siga siendo un partido muy conservador. Sin embargo, en su  incapacidad de unirse tras una candidatura han logrado que McCain, al quien  muchos de ellos acusan de ser un disidente y liberal, se cuele entre los  postes. 
            Si se sumara el total de votos McCain no hubiese logrado tal  ventaja. Muchos conservadores creen que si no estarían partidos podrían lograr  que el republicanismo siga siendo un partido conservador.  
            Huckabee y Romney no han podido ponerse de acuerdo. El  primero es un evangelista que desconfía de la iglesia mormona (de la cual  Romney ha sido obispo y en la cual su tío Marion llegó a ser su segunda  principal autoridad). Esto debido a que los mormones fueron polígamos, tienen  una nueva biblia donde juran que Jesús resucitó en las Américas y cuyos  pobladores originarios fueron israelitas cristianos, creen que los hombres  pueden vivir eternamente, que Cristo y Jehová son lo mismo, y que los muertos  pueden ser bautizados.      
              Huckabee es un sectario que preferiría antes a McCain que  ver que crezcan las misiones de su competencia mormona. Al mantenerse en  carrera él ha debilitado a Romney, quien si no hubiera ganado el “Súper Dúper  Martes”. Romney, por su parte, no ha querido retirarse para endosar a Huckabee  pues él sabe que tiene más electores y dinero y cree que él puede representar  mejor a quienes piden deportar a los 12 a 20 millones de inmigrantes “ilegales” o  reducir los impuestos. 
            Mientras algunos  líderes de la derecha cristiana dicen que nunca votarán a McCain, otros  exponentes de ese sector creen necesario llegar a un entendimiento con él para  frenar el peligro mayor que son los demócratas, los cuales abrirían las puertas  para que puedan haber más abortos legales y más uniones homosexuales. 
            Huckabee sabe que solo un milagro divino le daría la  nominación presidencial republicana. Al quedarse en carrera él puede estar  buscando llegar a un pacto con McCain. Como premio de haber ido debilitando a  su rival Romney y en ánimos de lograr un ticket que una al partido, que impida  que los evangelistas duros no quieran ir a votar por nadie en las  presidenciales y a que los republicanos se unan pronto para capitalizar sobre  la división demócrata, McCain debería llevarlo a él o a otro protestante  religioso como su compañero de plancha.    
               
              Demócratas súper dúper partidos 
              Tras el Martes 5 de Febrero el partido azul está dividido  casi por la mitad. Obama empata o supera muy levemente a la Clinton en número de  delegados ordinarios, aunque ella tiene un poco más de votos en la Convención debido a que  ella tiene un 60% de los más de 300 súper delegados (líderes partidarios que  son nominados sin tener que tener que dar su voto a quien inicialmente han  apoyado). 
            La Clinton  puede jactarse de haber ganado en el Estado más codiciado de todos (California,  donde ella amasó la mayoría de sus 441 delegados, los cuales conforman un 11%  de sus votos en la   Convención). Ella, además ha ganado en total en otros 10:  Arizona, Arkansas, Massachusetts (donde venció pese al apoyo que Ted Kennedy,  senador de allí, le dio a Obama), Nevada, New Hampshire,   New Jersey, New Mexico, New York (de donde  ella es senadora), Oklahoma y Tennessee.   
            Obama, si bien por poco es superado por la Clinton en las denominaciones  a la convención, ha logrado vencer en más Estados. Estos son 15 y son: Alabama,  Alaska,  Colorado, Connecticut, Delaware,  Idaho, Iowa, Georgia, Illinois (donde está Chicago y de donde él es senador),  Kansas, Minnesota, Missouri, North Dakota, South Carolina y Utah. 
              En La   Florida y Michigan Clinton ganó en unas primarias que la  dirección demócrata no reconoce y que nadie pudo hacer allí campaña, pero que  sin embargo, el campo de Hillary querrá usar para presionar en la Convención. 
            En Febrero los demócratas votan el 9 en Louisiana, Nebraska  y Washington, el 10 en Maine, el 12 en DC, Maryland y Virginia, el 19 en Hawái  (donde nació Obama) y el 29 en Wisconsin. Todos los analistas coinciden en que  esos 9 Estados  Obama tiene las de ganar.  El 4 de Marzo, empero, votan dos grandes estados (Texas y Ohio), donde Clinton  cree que puede vencer, además de Rhode Island y Vermont. 
            Mientras la   Clinton cree que ha parado la inercia pro-Obama, él concibe  que en una “guerra prolongada” sus fuerzas se beneficiaran más.  
            En esa batalla Clinton tiene más peso dentro de las mujeres,  los hispanos (casi dos tercios de éstos), los mayores de 60 años, quienes se  consideran “moderados” y quienes quieren más mano dura contra los “ilegales”.  El, en cambio, cala más dentro de los varones, los afroamericanos (un 80% o más  de ellos), los que no tienen aún 30 años,   quienes se tildan como “liberales”, los que piden cambio y renovación y  los más proclives a pedir amnistiar a los indocumentados. 
            La Clinton  ha ganado más en los Estados que tradicionalmente votan por su partido,  mientras que Obama ha arrasado en aquellos donde los demócratas no suelen  ganar. Para el primer campo ello muestra que hay que apoyar por Hillary para  consolidar los bastiones quienes son los que le darán electores pues en los  Estados donde Obama ha crecido los demócratas no tienen chances de ganar y  conseguir sus electores (ellos y no la votación directa son quienes definen la  presidencia). En cambio, para  el segundo  campo el hecho que Obama gana en terrenos que no son bastiones demócratas  muestra que él es el mejor preparado para captar nuevos electores. 
            La posibilidad de ir a una plancha común es algo que, tal  como apunta Michael Tomasky en The Guardian, es algo que puede conmocionar a  los demócratas pero no es muy viable. Esto por que ambos, para ganar, requieren  de preferencia tener de compañero de fórmula a un varón blanco y que provenga  de una región distinta (ya sea del sur o del oeste). 
            Todo indica que la pugna entre demócratas se tornará aún más  aguda. Clinton querrá captar al sector tradicional de su partido planteando que  ella garantiza amplia experiencia y posiciones responsables ante Iraq, Irán y  los ilegales. Obama le replica que él, a diferencia suya, nunca votó a favor de  atacar Iraq, no apoyará un “raid” sobre Irán y no concilia con la tortura, y  que él representa el cambio y el futuro contra el continuismo y el pasado. 
              Obama ha demostrado haber calado en sectores blancos y haber  avanzado un poco dentro de los latinos. Henrik Rehbinder escribiendo el  editorial de La Opinión  de Los Ángeles (el líder de la mayor cadena de periódicos hispanos de  EEUU)  decía que la Clinton era una buena  candidata pero mejor para los latinos era Obama por que es el único que promete  dar brevetes a los indocumentados. 
               
              Perspectivas 
              A estas alturas lo único que podría evitar que McCain gane  la candidatura republicana es que se alíen sus dos rivales conservadores  cristianos. No obstante, pareciera más probable que Huckabee se entienda con él  que con Romney. 
            Envalentonado por su gran liderazgo en su número de  delegados republicanos y de la división demócrata, McCain querrá seguir  creciendo y es probable que se potencie aún más en las encuestas. 
            El sufre las críticas de quienes, dentro de su partido, le  acusan por haber conciliado con los demócratas votando contra los recortes  tributarios de Bush en el 2001 y 2003, por la propuesta de Ted Kennedy de  legalizar a muchos indocumentados (en vez de deportarlos), por caracterizar  como torturas a ciertas técnicas de interrogación de las FFAA, por oponerse a  explotar petróleo en las reservas naturales de Alaska y proponer medias  ecologistas que –según Romney- gravarán con más de mil dólares anuales a los  ciudadanos,  por haber chocado con los  productores de tabaco o con la asociación de rifles, etc.  
              A pesar que él es acusado de ser un “liberal”, McCain se  enorgullece de ser un conservador. El tiene un record de haber usualmente  votado mucho más por leyes conservadoras antes que liberales en el Senado.  McCain quiere penalizar el aborto y los  matrimonios entre un mismo sexo, está a favor de recortar los impuestos a las  grandes empresas y se opone a un seguro de salud público (tal como los  conservadores británicos, franceses o canadienses apoyan)  pues es partidario de que estos servicios  estén esencialmente en manos privadas, y en política exterior es halcón.  
            Cuando la guerra en Iraq se tornaba impopular él pedía más  tropas para ir a combatir allí. Ha sido un autor intelectual del plan militar  “Surge” vigente en Iraq. Sostiene que si EEUU está hace más de medio siglo en  Corea y Japón bien podría quedarse un siglo en Bagdad. El es acusado por la  izquierda de haber apoyado grupos armados contra los sandinistas o Chávez y a  su padre quien lideró la invasión de República Dominicana de 1965. 
            McCain, a diferencia de los demás candidatos de su partido,  es el único que parece poder llegar a tener cierta audiencia dentro del  electorado independiente y poder evitar que éste pierda el poder. Mientras  tanto la derecha religiosa se dividirá entre evangelistas ortodoxos y los  proclives a entenderse con los mormones, y entre quienes consideren que McCain  es una variante de los demócratas y quienes quieran  buscar presionarlo. Si éstos logran que su  compañero de fórmula fuese un religioso con ello podrían garantizar la derrota  de los demócratas y que en el siguiente periodo presidencial (2013-2017) su  vice evangelista fuese quien compitiera por la presidencia 9ya que entonces  McCain tendrá 86 años de edad  y el cáncer  que tiene en la piel irá avanzando). 
          Mientras tanto, la puja entre los demócratas no cesará. La  familia Clinton no quiere dejar de ser la dinastía que suceda a la de los Bush.  Obama no quiere defraudar a quienes creen que él puede ser una suerte de  Mandela norteamericano que renueva a su país y parche las diferencias étnicas y  sociales que esa potencia ha ido abrigando en el último medio siglo.  |