| A diferencia de Europa, África y Asia América Latina es una  región que no ha visto en todo el Siglo XX ningún conflicto que involucre  directamente a más de dos Estados. Tampoco en su suelo se ha librado alguna  escaramuza en las guerras mundiales o hay alguna bomba atómica. Sin embargo, todo ese pudo cambiar en la primera semana de  Marzo cuando Ecuador, Venezuela y Nicaragua rompieron relaciones con Colombia y  cuando las dos primeras movilizaron a sus tropas a su frontera contra Colombia.  No obstante, esta crisis, a su vez, quedará estampada en la historia como una  de la más rápida esfumación. La incursión en  EcuadorA los primeros minutos de iniciarse la primera madrugada de  este Marzo tropas colombianas dispararon a un campamento de las FARC que estaba  en territorio ecuatoriano.  En esa acción  murió el portavoz internacional de dicha guerrilla, “Rafael Reyes”, y más de  una veintena de sus camaradas.
 Esto desencadenó una furiosa respuesta por parte de Quito  quien denunció que Bogotá incursionó en un área de entre 3 y 10 kilómetros  dentro de su país. Esta y Caracas retiraron sus embajadas de Bogotá y echaron a  sus diplomáticos colombianos, a la par que destacaron batallones suyos. Managua  luego también rompió relaciones con Bogotá.  Se desató una fuerte guerra de insultos de parte de todos  sus mandatarios. Hugo Chávez, Rafael Correa y Daniel Ortega acusaron a Álvaro  Uribe de ser ‘genocida’, ‘mentiroso’, ‘militarista’, ‘títere del imperio’,  ‘masacrador’, ‘paramilitar’ o ‘violador de la soberanía nacional’. Chávez  advirtió que su país recortaría el fluido comercio con Colombia o que  nacionalizaría las empresas de los nacionales de dicha república en su país.  El presidente colombiano, a su vez, retrucó que su homólogo  ecuatoriano había ganado las elecciones de su país con dinero de las FARC (a la  cual seguían protegiendo), que Venezuela refugiaba al jefe de las FARC en su  territorio y que sometería a Chávez a la corte penal internacional bajo  acusaciones de cómplice con el ‘terrorismo genocida’. Esta agresión verbal, que devino en ruptura de relaciones y  en movilización de efectivos, acabó con un arreglo en la XX Cumbre del Grupo de  Río el viernes 7 en Santo Domingo. Allí se vio al presidente de Colombia  estrechando las manos de los de Venezuela, Nicaragua y Ecuador.La posibilidad de ir a una guerra es algo que siempre  descartamos pues Colombia tiene una amplia superioridad (dos a cuatro veces más  uniformados que sus dos vecinos tricolores juntos y es el número uno en la  región en helicópteros y en experiencia de combate). Mientras Bogotá no está  interesada en una guerra externa (tiene que resolver su interna), Caracas y  Quito no tienen la capacidad ni la voluntad de librar una guerra externa, la  misma que, a su vez, bien pudo haberse salido de las manos a todos  desencadenando el afloramiento de nuevos movimientos revolucionarios urbanos o  rurales o de nuevos grupos para-militares.
 A dicho cónclave habían ido todos los mandatarios o  gobiernos de América Latina (menos Cuba) más Guyana y un representante rotativo  de la Comunidad del Caribe. Cristina Kirchner, presidente argentina, había  fustigado a algunos de los hombres partícipes en dicha trifulca como más  histéricos que su género, sostuvo que las fuerzas ilegales deberían ser  combatidas con la legalidad y que América Latina debería mantenerse como una  zona libre de prácticas unilaterales.Uribe aceptó haber incursionado en territorio contiguo,  pidió disculpas a Ecuador y prometió que no volvería a hacer ello. Todo eso  quedó estampado en una resolución final (ver anexo).
 El 6 de Marzo se aprobó una resolución unánime en la OEA que  no satisfizo a Ecuador y Venezuela debido a que no condenaba la injerencia colombiana.  El hecho que esta reunión exclusivamente latinoamericana haya zanjado con el  asunto ha hecho que muchos ahora planteen transformar al Grupo de Río en una  nueva Organización de Estados Latino Americanos, la misma que cumpliría un rol  distinto pues solamente integraría a la región. Esta “OELA” sería diferente de  la OEA pues no estaría EEUU y Canadá o la de la Comunidad Iberoamericana pues  no estaría España y Portugal. Tras la declaración de Santo Domingo Managua y Caracas  restablecieron relaciones. Chávez retiró varios de sus efectivos de su frontera  occidental y Uribe ya no presentará su demanda ante la corte penal  internacional.
 Temas pendientesSin embargo, queda pendiente el asunto de las FARC, los  rehenes y la paz interna colombiana y el hecho que Uribe ha denunciado haber  encontrado discos duros que comprueban lazos de las FARC con Caracas y Quito,  que el jefe de las FARC se entrevistaba con el gobierno ecuatoriano o recibía  dinero de Venezuela. Mientras Correa ha dicho que propondrá una comisión donde  la oposición ecuatoriana investigue esos cargos, Uribe querrá seguir valiéndose  de esos ‘descubrimientos’ para ‘desbaratar planes internacionales’ para  financiar a las FARC.
 Para Bogotá no solo Caracas y Quito financian a las FARC  sino que Irán negocia para entregar materiales para hacerles llegar una bomba  radioactiva. Por su parte, las izquierdas denuncian que EEUU e Israel hicieron  el operativo atacando al campamento de las FARC incursionando también desde  dentro de territorio ecuatoriano o que el asunto de los discos duros suena tan  falso como las pruebas de armas de destrucción masivas que tanto los servicios  de inteligencia de Londres y Washington aseveraron que tenía Bagdad antes de  ser invadido. Lo acontecido en el norte andino muestra que el conflicto  armado colombiano es el primero de origen guerrillero y guevarista que logra  tanta repercusión a nivel externo. Bien pudo haber sido causa de la primera  guerra de más de tres Estados suramericanos desde el conflicto de los 1870s  entre Chile, Perú y Bolivia. La internacionalización del conflicto colombiano es  atribuida a Chávez. Muchos sostienen que antes de él ningún gobierno de la zona  coqueteaba con las FARC y que desde que él se va ‘izquierdizando’ va dándole  una dimensión más internacional a las FARC, las mismas que se han extendido con  el triunfo de Correa y la llegada de antiguos guerrilleros al poder (como  Daniel Ortega en Nicaragua o Álvaro García en Bolivia). Sin embargo, el propio  Chávez acusa a EEUU y a Colombia de haber enviado paras y golpistas para  deponerlo o asesinarlo.   Lo cierto es que el asunto FARC viene mostrando algo que no  se veía en América Latina en mucho tiempo: una tendencia hacia  ‘medio-orientalizar’ la región. Esto implica no solo a que Israel o Irán se  inmiscuyan sino a que haya Estados vecinos que mutuamente se acusen de  patrocinar fuerzas subversivas dispuestas a alterar violentamente el orden  constitucional vigente. En la cumbre de Santo Domingo Chávez reiteró a Uribe su  pedido para que permita un canje humanitario que permita iniciar la resolución  del conflicto colombiano. A fin de cuenta este Grupo creado en 1986 tiene sus raíces  en el grupo que se reunió en la isla panameña de Contadora de 1983 y luego que  se amplió en Lima en 1985 y cuyo objetivo era abrir la puerta para un diálogo  entre las guerrillas y los gobiernos centroamericanos. Dicho proceso acabó  logrando que el sandinismo se niegue a optar por la vía cubana y acepte una  democracia de mercado en la cual últimamente éste perdería el poder, y también  para que las insurgencia de El Salvador y Guatemala abandonaran los rifles para  abrazar la democracia multi-partidaria y la economía de libre empresa. ¿Quién ganó?         Apenas culminó la  cumbre Fidel Castro escribió que el gran perdedor de ésta fue el ‘imperialismo’.  Este argumento es repetido por el chavismo quien insiste en que se logró ir  hacia una paz sin que medie EEUU y en base a las disculpas colombianas.
 La crisis de marzo ha mostrado el aislamiento regional de  Uribe pues hasta gobiernos importantes de la zona como México, Brasil,  Argentina o Perú fueron enfáticos en cuestionar la agresión a Ecuador. Esta  situación contrasta con la que tuvo Fujimori en 1992 cuando apresó al jefe de  Sendero Luminoso. Entonces las repúblicas del hemisferio (incluyendo Cuba) le  expresaron su simpatía (pese a que Fujimori venía de hacer un auto-golpe).  Es obvio que en la mayor parte de los gobiernos de América  Latina hay la visión que es mejor ir hacia una solución a la centroamericana y  no a la peruana del conflicto colombiano. Esta percepción se da por que los  medios diplomáticos latinos creen que las FARC no son Sendero, pues están  dispuestas a dialogar, a hacer canjes o a insertarse en la democracia  multi-partidaria.A pesar que muchos clamarán que fueron derrotadas las tesis  unilateralistas, guerreristas o pro-Bush, lo cierto es que Uribe ha logrado  muchos avances.
 Uribe no está interesado en una guerra externa por lo que  aceptar la verdad (haber incursionado en un país vecino) es algo que le ha  permitido evitar un escalonamiento diplomático.Sin embargo, esta crisis le ha fortalecido mucho a Uribe a  nivel interno. Desde hace algún tiempo su popularidad interna crece (llegando a  tener hasta 80% de aprobación en algunas encuestas) y él logró capitalizar  mucho apoyo social con la gran marcha internacional anti-FARC del 4 de Marzo.  En esta última él incluso logró dividir a su oposición de izquierda pues el  Polo se dividió entre quienes siguieron al alcalde bogotano para marchar en  ésta y quienes se opusieron a  ello.
 Uribe ha logrado lo que ningún otro presidente colombiano  había logrado. Nunca el Estado colombiano mató   uno de los siete secretarios de las FARC. En una semana su gobierno  mostró el cadáver de Raúl Reyes y la mano del asesinado Iván Ríos (quien fue  traicionado por uno de sus allegados quien cobró recompensa por ello). Uribe quiere aparecer como un héroe interno que desafía al  entorno geográfico y que salva a su país del ‘terrorismo’ y de una guerra. Hoy  varios de sus partidarios vienen pidiendo firmas para que él vaya a una segunda  re-elección.Al mismo tiempo, sus bonos en EEUU han subido y él calcula  que ello le facilitará conseguir un TLC con la mega-potencia y también seguir  recibiendo o ampliando los fondos anti-drogas y anti-guerrillas que de ella  recibe.
 A pesar de lo que diga Castro, Bush ha conseguido ciertos  progresos en la región. Si bien él es resistido en la región y muchos  gobernantes latinoamericanos les han cuestionado indirectamente, él sabe que  las FARC son el principal ‘grupo terrorista’ de Occidente y que ésta, gracias a  la ayuda que Washington brinda a Bogotá, ha logrado dar los peores golpes que  esta organización ha recibido en su historia. La cuestión de los discos duros y el haberse mostrado Chávez  tan cercano a las FARC serán usado por EEUU para querer contrarrestar el avance  ‘bolivariano’.   La situación de las  FARCLa oposición colombiana ha quedado en una situación difícil.  Por una parte la marcha anti-crímenes del estado del 6 de Marzo no tuvo la  contundencia de la que el gobierno promovió un mes atrás contra las FARC. De  otro lado ésta se escinde entre apoyar al Estado en reprimir o condenar a las  FARC y buscar un rumbo independiente.
 En cuanto a las FARC ésta san perdido a dos de sus siete  principales jefes (y posiblemente ‘Tirofijo’ haya perdido a una de sus  hijas)  mientras que se nota que hay un  giro en la opinión popular contra éstas. Por otra parte, las FARC pueden haber  logrado ampliar su imagen internacional presentándose como víctimas que un  agresor que mataba a quien estaba negociando la liberación de Ingrid  Betancourt. También han visto que el presidente de Nicaragua les ha calificado  como ‘compañeros’ o que el de Venezuela hizo un minuto de silencio ante la  muerte de Reyes.  No obstante, las FARC están en una encrucijada. No pueden  tomar el poder. Tienen menos de 20,000 combatientes y sus adversarios poseen  casi 400,000 hombres muy bien armados y, lo más importante, cuentan con aval en  la población. Las FARC, que inicialmente despertaron solidaridad en muchas  capas promoviendo reformas agrarias o medidas sociales,  han ido perdiendo apoyo con sus secuestros y  vinculaciones con la coca. A la postre Tirofijo sabe que no le queda más alternativa  que negociar, aunque él no quiere hacerlo en condiciones de derrota (cosa que  tampoco quiere Chávez). Algunos sectores de la guerrilla pueda que sean  hostiles a dejar el monte (allí han creado un estilo de vida) aunque otros  podrían darse cuenta que el camino guerrillero no da mayores resultados y  busquen entroncarse en los sindicatos para revitalizarse. Cuando Uribe atacó al campamento de Reyes muchos se  preocuparon por el destino de la Betancourt, aunque él calculó que la mejor  manera de negociar para la liberación de los 700 cautivos de las FARC era irla  minando, aunque ello fuese dilatando el proceso. La situación de  ChávezEn cuanto a Chávez él ha aparecido como un caudillo  continental que mostrará a su pueblo su capacidad de orquestar un aislamiento  internacional contra su vecino a quien se le obligó a retractarse.
 Sin embargo, él no pasa por su mejor momento interno.  Mientras Uribe quiere aprovechar la crisis para intentar su segunda  re-elección, Chávez perdió el referendo que le posibilitaría intentar ello. De otro lado dentro de su movimiento se muestran fisuras. En  las elecciones internas del nuevo Partido Socialista Unificado de Venezuela del  domingo, en las mismas que el chavismo afirma que hubo una amplia  participación, votaron menos de cien mil personas.
 El PSUV solo ha logrado incorporar al principal grupo  chavista (el Movimiento Quinta República) mientras que su segundo pilar (el  partido Podemos) se opuso a su proyecto de re-elección y otros partidos  pro-Chávez (como el comunista y Patria para Topos) no han querido disolverse en  éste. Mientras el diputado chavista Luis Tascón denuncia que se le  ha expulsado del partido por denunciar a Diosdano Cabello como el poder después  de Chávez y líder de la ‘derecha endógena’, la ‘izquierda anti-capitalista’  ataca al gobierno por haber despedido de la petrolera estatal (PDVSA) a Orlando  Chirino, uno de los coordinadores de la Unión Nacional de Trabajadores.
 Al igual como ocurre en las crisis del Medio Oriente cada  enfrentamiento externo es usado por los caudillos de una respectiva nación para  buscar aparecer como paradigma de la defensa de la soberanía. Chávez se ha  valido de este incidente y ahora querrá aparecer como el hombre que anda con la  madre de la Betancourt pidiendo a las FARC que liberen a su hija, para mostrar  su capacidad de gran pacificador. Ortega ha logrado golpear a Bogotá buscando ganar en su  disputa por las islas de San Andrés y Providencia (las mismas que los sandinistas  reclaman como que EEUU se las arrebató para dárselas a Colombia) pero que son  un departamento con casi 60,000 habitantes de dicha república. Tanto Uribe como Chávez son los únicos presidentes de las  Américas que han sido o han quieren ser re-electos más de una vez y también los  exponentes de los dos modelos contrapuestos de democracia multi-partidaria (uno  el liberal y pro-EEUU y el otro uno nacionalizante y anti-EEUU).Los dos querrán valerse del conflicto para consolidarse  internamente. Si bien Uribe puede haber quedado aislado en su región a nivel  interno puede que esté terminando más fortalecido o más popular que su vecino  llanero.
 Un dato poco conocido en América Latina es que cuando se  resolvía el conflicto norandino el saliente ministro principal de Irlanda del  Norte Ian Paisley declaraba que él logró aplastar a los republicanos haciendo  que se desarmen e integren a su gobierno. El ha sido el viejo jefe de la  derecha protestante del Ulster y su sendero es, posiblemente, el que quiera  seguir Uribe. A pesar que se ha dicho que la muerte del segundo de las  FARC paralizaría las negociaciones o la entrega de rehenes, lo cierto es que  esta guerrilla, en vez de haber respondido atacando a algún funcionario o ente  del gobierno, ha sido quien recibió otro castigo (el asesinato de Ríos).Las FARC no han optado por la retaliación. Chávez les  solicita que entreguen a la Betancourt con lo cual su imagen mejoraría, pero  Tirofijo cree que de hacer ello se quedaría sin mucho poder de trueque.
 Si el Grupo de Río tiene sus raíces en haber conducido  gradualmente a que los Estados e insurgentes centroamericanos lleguen a ponerse  de acuerdo, este organismo apunta a asegurar que las FARC y el ELN tengan una  vía para re-insertarse en el sistema colombiano, aunque Uribe y muchos otros  mandatarios quisieran que lo haga esto en situación de retroceso y crisis. |