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OPINION
La Jornada
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Las redes sociales, fundamentales para el triunfo de Obama
Un sofisticado paquete de herramientas online ha sido uno de sus mayores aliados
POR CÉSAR GUTIÉRREZ
ACTUALIZADO 11 DE NOVIEMBRE DE 2008

Las redes sociales, con las que ya se había experimentado de forma rudimentaria en las anteriores elecciones, han sido importantes protagonistas en las que acaban de tener lugar, y especialmente en el triunfo de Obama. Un sofisticado paquete de herramientas online, sustentado en las tecnologías de la red social, ha contribuido a llevarle a la Casa Blanca y ha cambiado para siempre la forma de hacer política en los EEUU.

La contribución con más de 300 millones de dólares por parte de más de un millón de donantes, cerca de otro millón de participantes en la red social, la creación de más de 50.000 eventos a lo largo del país, la localización selectiva y las estrategias de seducción de votantes indecisos, todo ello por medio de la Web, ha sido uno de los elementos clave que han llevado a Barack Obama a la victoria, según informa TechnologyReview.

Las herramientas web desarrolladas para la campaña electoral de Obama por parte de Blue State Digital partieron de la pauta de las realizadas en 2004 para el candidato Howard Dean, pero la cantidad de voluntarios con ellas movilizados, la consecución de votos conseguidos por medio de las mismas y los niveles de información puntual a los que en todo momento han tenido acceso los organizadores no tiene precedentes en la historia político de los EEUU.

El equipo de Obama ha contado realmente con una auténtica plataforma tecnológica exclusivamente diseñada para el activismo online, sobre la cual y a golpes de click del ratón los miembros autorizados del mismo han podido crear, gestionar y publicar campañas de apoyo, recaudaciones especiales de donativos y promociones.

Activismo online

La actividad gestionada a través de la web alcanzó algunas otras de sus cimas con las 500.000 llamadas telefónicas realizadas el pasado sábado, las 600.000 del domingo, el millón del lunes y las 1.100.000 del martes, organizadas a través de la red social y realizadas todas ellas por voluntarios sentados frente a sus ordenadores. Y es que tanto las operaciones telefónicas como las de SMS que Obama ha estado utilizando se han gestionado a través del mismo paquete integrado de herramientas web.

La web de la campaña de Obama ha contado con más de 1.400.000 direcciones de correo electrónico proporcionadas por los simpatizantes, y sobre ella se han creado unos 100.000 perfiles de usuario, se han escrito más de 50.000 entradas de blog y posteado unos 20.000 eventos relacionados con la campaña, a los que otros entusiastas han podido asistir tras encontrarlos e informarse sobre los mismos a través de este medio.

Aunque la implementación en web del paquete ofrecido por Blue State Digital proporciona un conjunto de sofisticadas y variadas –y, según se ha demostrado, eficaces– herramientas para, entre otros objetivos, la recaudación de fondos, según la empresa el punto de fuerte de las mismas y el verdadero motor de toda su funcionalidad y operatividad es su capacidad para el desarrollo de comunidades y redes sociales online.

Cambiar el mundo

Si se suma la eficacia en la creación y gestión de una red social masiva al entusiasmo colectivo por cambiar el mundo que se ha ido gestando en las filas del creciente número de seguidores de Obama, y se combinan y orientan eficazmente esos dos elementos por ejemplo a la recaudación de fondos mediente operaciones punto-a-punto, el resultado es una poderosa maquinaria que ha funcionado casi por sí misma y ha constituido uno de los aliados más importantes de la campaña de Obama.

Obama no ha sido el único de los candidatos a estas elecciones que ha contado con este tipo de herramientas para apoyar su campaña, e incluso McCain –aunque no hace uso personal del e-mail– ha dispuesto de aplicaciones de redes sociales. Pero sólo el equipo de Obama ha sabido poner estas tecnologías en el corazón de su campaña, como indican movimientos estratégicos como el reclutamiento del joven Chris Hughes –cofundador de Facebook– tras la decisión de implementarlas.

Los resultados hablan por sí mismos. Hacia julio de 2008 se habían recaudado en conjunto, provenientes de todas las fuentes disponibles, 340 millones de dólares para la campaña de Obama. De ellos, 200 millones de dólares provenían de más de un millón de donantes online, medio asimismo a través del cual se habían recopilado más de un millón de informes sobre usuarios y organizado decenas de miles de eventos locales.

Recaudadores

Exentas de los defectos detectados en las de otros candidatos, las herramientas online de Obama han funcionado con la mayor operatividad y eficiencia, facilitando las donaciones puntuales con tarjeta de crédito y las suscripciones para hacer contribuciones mensuales y, lo más importante de todo: convirtiendo el hecho de donar dinero en un evento social.

La ubicua presencia de Obama en diversas plataformas –incluidas Facebook y MySpace–, los posts con los discursos del candidato, la difusión online del vídeo del “Yes, we can” –dos de cuyos post en YouTube han sido vistos más de 10 millones de veces– y otras acciones han permitido que prácticamente la mitad de los fondos recaudados por la campaña procedieran de donaciones de menos de 200 dólares, mientras que por ejemplo las donaciones a Clinton por debajo de esta cantidad alcanzaron sólo el 33%.

Todo ello ha convertido la campaña de Obama en una gran operación mediática, en la que han sido integradas a la perfección la actividad online –como el envío de emails– con las actividades en el mundo real, como las llamadas telefónicas, la escritura de cartas, la organización de eventos y la celebración de fiestas domésticas.

Cambiar el futuro

Tras el triunfo de Obama, las redes sociales formarán parte esencial de cualquier futura campaña política en EEUU. Según Joe Trippi, que fuera jefe de la campaña presidencial de Dean en 2004, “Estamos sólo arañando la superficie. Estamos excitados por la consecución de un millón de personas suscritas, pero somos 300 millones de personas en este país. Estamos aún en las etapas de infancia de lo que las tecnologías de la red social podrán hacer, no sólo con nuestra política sino con todo. No habrá ninguna campaña en 2012 que no intente construir una red social alrededor de ella.”

Además, es dudoso que Obama vaya a desprenderse fácilmente de la multitud de entusiastas que le han acompañado durante esta campaña a través de la red social. Por el contrario, el nuevo presidente encontrará seguramente la forma de hacer de esta nueva y poderosa herramienta uno de los protagonistas de su política. A la inversa, se tratará de una herramienta que obligará a Obama a ceñirse a sus promesas y especialmente a su compromiso con la transparencia. Lo contrario sería arriesgarse a no contar en 2012 con uno de los principales apoyos que le han llevado a la Casa Blanca.

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