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OPINION
La Jornada
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Riñas sangrientas por el Santo Botín
Una explicación similar podría tentarse con respecto a la sangrienta riña que se ha desatado en el seno de la Alianza de Movimientos que llevaron al poder al obispo Fernando Lugo
POR LUÍS AGÜERO WAGNER
ACTUALIZADO 20 DE NOVIEMBRE DE 2008

Aunque la conquista de América al precio del genocidio indígena, realizada por los europeos durante el siglo XVI se hizo invocando la sacra inspiración, el defensor de los nativos Fray Bartolomé de las Casas atisbó que las estas causas santas en realidad habían muerto, y que “destruir tantas y tales infinito número de ánimas los cristianos han sido solamente por tener fin último el oro y henchirse de riquezas en muy breves días y subir a estados muy altos sin proporción a sus personas”.

Una explicación similar podría tentarse con respecto a la sangrienta riña que se ha desatado en el seno de la Alianza de Movimientos que llevaron al poder al obispo Fernando Lugo, quienes invocaron las más puras y sagradas razones altruistas durante su campaña proselitista, concluída el 20 de abril, para zambullirse en una brutal riña por cargos a partir del día 21.

Ya lo sentenció Montalvo, para la codicia nada es sagrada y si el Ave Fénix cayera en sus manos, se la comería o la vendería.

La pugna que ha inficionado por dentro a todos los movimientos de la “alianza” que hoy se desangran luchando por todas y cada una de las posiciones dentro de la administración del estado, desde los puestos prebendarios en las binacionales hidroeléctricas hasta las labores menores de los puertos.

Y todo sea por no entregar el oro de Itaipú, algunos referentes del gobierno teocrático del obispo Fernando Lugo se mostraron dispuestos a retroceder al estado confesional, entregando dinero público a la misma iglesia católica en su afán de no rendir cuentas al Congreso Nacional.

Por si fuera poco presentarse como un grupo marxista después de haber recibido financiación de USAID por intermedio de la ONG Gestión Local, utilizada como mampara para financiar la campaña del obispo, y haber sido promocionado por la prensa de la secta Moon, el movimiento originario del obispo Fernando Lugo –Tekojojá- ahora se encuentra en el centro de una escandalosa polémica por sus manejos mafiosos y corruptos.

Una verdadera organización para delinquir se había gestado en el seno de este grupo, con el trasfondo de los multimillonarios fondos del Plan de Terminación de Yacyretá.

De acuerdo a las denuncias del consejero Roberto Paredes, el miembro de Tekojojá Marcelo O’Hara, uno de los técnicos despedidos de forma reciente y que se desempeñaba como gerente del PTY y jefe del Departamento de Obras Complementarias, estaba directamente vinculado a la formación de un consorcio llamado Holding de Empresas del Sur. El grupo estaba formado por once empresas de Ciudad del Este, cuyos componentes son todos miembros del Movimiento Popular Tekojoja, quienes exigían con la Entidad Binacional Yacyretá para obtener millonarias ganancias.

La contraparte acusa a Paredes de consentir millonarios pagos de la binacional por piedras de una cantera que en realidad forma parte del patrimonio de la entidad, entre otras imputaciones. Una funcionaria despedida, al margen de todo el escándalo desatado por la interna de Tekojoja, acusa al director paraguayo de Yacyretá de haberla acosado sexualmente. Como guinda de la torta el Sindicato de Trabajadores de la Universidad Católica, en una carta dirigida al director de la binacional, repudia “la persecución sindical desatada en la EBY, expresada con el despido de 3 miembros de la Comisión Directiva de Yacyretá Sindical, con estabilidad sindical”.

En el mismo sentido se expresaron las autoridades de otros sindicatos entre ellos el del Periodistas del Paraguay, de Técnicos Forestales del Paraguay, de la Federación de Trabajadores Municipales del Paraguay, del Crédito Agrícola de Habilitación y del Sindicato Nacional de Trabajadores Guardias de Seguridad y Afines del Paraguay entre otros.

Las denuncias demuestran que el movimiento no era invulnerable, y ya se encuentra partido en dos antes de lograr el estatus de partido político.

“El ingeniero Carlos Cardozo (titular de la EBY) tomó decisiones bajo su entera responsabilidad todo el tiempo que lleva en funciones como director de Yacyretá, lo mismo que los demás miembros de Tekojoja (funcionarios del ente) y, por tanto, cada persona es responsable de los aciertos y desaciertos de sus actos”, dice un tardío comunicado del movimiento, cuando ya sus adversarios políticos han emitido todo tipo de adjetivos, frotándose las manos, ante el bochornoso espectáculo del descalabro moral de Tekojojá.

Y mientras los integrantes de Tekojojá se abocan a disputarse los jugosos contratos de Yacyretá, organizaciones defensoras de derechos humanos han denunciado que sigue campeando la impunidad para los represores vinculados a la dictadura anticomunista de Alfredo Stroessner, los campesinos denuncian al gobierno por proteger a los latifundistas brasileños que trafican transgénicos y expulsan a labriegos de sus tierras en nombre de la modernidad para unos pocos promovida por la transnacional Monsanto, los campesinos sin tierras y activistas sin techos caen asesinados en desalojos por las balas asesinas de los escuadrones de la muerte del ministerio del Interior, radioemisoras de la oposición son atacadas por grupos de fanáticos adictos al gobierno del obispo y sus equipos de transmisión son incinerados, los gremios denuncian persecución sindical y hasta se ha elevado una denuncia por torturas en centros de detención a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Sin ninguna duda, la antigua tierra sin mal que los jesuitas lograron convertir en una factoría industrial capaz de despertar recelos en Roma y la corona, se encuentra cada día más lejos de la Tierra prometida.

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