Las personas que no realizan actividades  mentales complejas durante su vida, sufren una mayor tasa de encogimiento de  cierta parte importante del cerebro, con respecto a la de quienes sí la han  usado mucho, según unos investigadores de la Universidad de Nueva Gales del Sur  en Sydney, Australia. 
            Los investigadores encontraron que las  personas que han sido más activas mentalmente durante sus vidas tienen un  hipocampo más grande que las que han realizado menores esfuerzos mentales.  Además, la tasa de encogimiento de su hipocampo es la mitad que la sufrida por  quienes ejercitaron menos su mente. 
            Ésta es la primera vez que unos científicos  han comparado los cerebros de los participantes en un estudio durante un largo  período de tiempo con respecto a los patrones de actividad mental. Lo  descubierto respalda un trabajo anterior que mostró que las actividades  mentales complejas ayudan a prevenir la demencia. 
            El nuevo hallazgo es significativo porque  un hipocampo pequeño es un factor de riesgo específico para desarrollar la  enfermedad de Alzheimer. 
            El estudio también ayuda a aclarar por qué  existe este vínculo sistemático entre la actividad mental intensa y un riesgo  más bajo de padecer demencia. 
            En esta investigación, los científicos  estudiaron un grupo de más de 50 personas sexagenarias durante un período de 3  años. 
            El autor principal, Dr. Michael Valenzuela  de la Escuela de Psiquiatría de la Universidad de Nueva Gales del Sur, subraya  que mientras muchas compañías farmacéuticas están intentando encontrar un fármaco  específico para impedir el encogimiento del hipocampo, es una buena noticia  saber que las personas pueden ayudarse a sí mismas con estrategias a su  alcance. 
          El Dr. Valenzuela y otros investigadores de  su universidad, así como de la Universidad de Sydney y de la Universidad James  Cook están trabajando ahora en un ensayo clínico para evaluar si el ejercicio  cognoscitivo y físico en períodos relativamente cortos de tiempo puede reducir  la severidad del declive cognoscitivo en las personas ancianas que están bajo  ese riesgo.  |