¡Hola!
Puedes iniciar sesión,
si no tienes cuenta crea una
publicidad

 
actualizado 25 de abril 2012
China y Estados Unidos: ¿futuros antagonistas?
Las élites chinas estiman que Estados Unidos se encuentra “en el lado equivocado de la historia”
Por Gustavo Adolfo Vargas
Translate
China dejó atrás su diplomacia de bajo perfil, formulada por su líder Deng Xiaoping durante dos décadas, bajo el creciente sentimiento del liderazgo chino de que el poder de Estados Unidos se encuentra en descenso a largo plazo.

Cuatro cambios estructurales mayores en el sistema internacional desde 2008, que impactarán profundamente su relación con China y el resto del mundo.

Primer cambio (el más significativo): tras haber sorteado las dos crisis financieras de 1997/98 y 2008/09, China emergió como “poder global de primer orden”.

Segundo cambio: pese a su gran poderío, Estados Unidos transita ya hacia su declive.

Tercer cambio: surgimiento de los BRICS (Brasil, Rusia, India y China).

Cuarto cambio: el “modelo de desarrollo chino” (consenso de Pekín) emergió como una alternativa viable a las democracias neoliberales de Occidente.

Los BRICS desafían el dominio occidental mediante su coordinación de políticas económicas y su diplomacia, que sirven de contrapeso, con el G-20 sustituyendo al G-8, como mecanismo internacional más efectivo.

Las economías emergentes y las potencias asiáticas quedaron atrapadas en medio de los dos más probables escenarios de la rivalidad entre China-Estados Unidos: la competencia para influir en las instituciones multilaterales globales y en la región India/Pacífico.

Las élites chinas estiman que Estados Unidos se encuentra “en el lado equivocado de la historia”. Es innegable la superioridad militar estadounidense, pero es una potencia declinante a largo plazo, debido a su desorden financiero, alarmante déficit y nivel de desempleo; lenta recuperación económica y una polarización política doméstica. Sus servicios de espionaje y otras fuentes oficiales han llegado a creer que el liderazgo chino “piensa en términos de un juego de suma-cero a largo plazo”.

Existen varias fuentes de desconfianza: diferentes tradiciones políticas y sistemas de valores; insuficiente comprensión de los procesos políticos, y disminución de la brecha del poder. Las élites chinas prescriben varias medidas para crear un puente sobre la brecha del recelo, evitando una ineluctable confrontación: “una relación comercial más íntima y medidas para profundizar la comunicación en temas militares”.

Le impactó la idea a un analista indio, de establecer dos mecanismos trilaterales de diálogo: China/Japón/EU y China/India/EU. Llama la atención que no aparezca Rusia y que coloquen a Japón e India. Empero, Japón se ha vuelto irrelevante y su lugar debía ocuparlo Rusia (con excelentes relaciones con India).

China se considera el vencedor en el largo plazo, si el sistema económico y político doméstico estadounidense persiste en sus desequilibrios. No obstante, los chinos juzgan que Estados Unidos tratará de contraatacar para socavar y desarticular el poderío económico y militar chino.

Como punto de inflexión fija 2003 (fecha de invasión de la dupla anglosajona a Irak), cuando el PIB de Estados Unidos era ocho veces mayor que el de China. Sin duda, el inicio de su decadencia se manifestó en 2004, cuando se conoció la humillante derrota del dúo anglosajón en Irak. Ahora la cuestión es: ¿en cuántos años China lo sustituirá como la mayor economía mundial?

Tanto las tendencias como la prospectiva del FMI, sostienen que China rebasará a Estados Unidos en 2016. La vulnerabilidad de China y, por extensión, de los BRICS, son las geofinanzas cuando al renminbi (yuan) le tomará al menos diez años equipararse al dólar como divisa de reserva global (algunos pregonan que ocurrirá en los próximos años).

Estados Unidos espía a China con sus aviones, portaviones, barcos y submarinos, irritando sobremanera a su ejército, promocionando los derechos humanos por ONG bajo su patrocinio que simbolizan una forma de occidentalizar a China y desestabilizar al Partido Comunista.

Hay alarma en Estados Unidos por el incremento del contraespionaje chino y sus ciberataques operados por las autoridades de Pekín, para recabar información de interés nacional. Comentaban en un seminario en la Universidad Tsinghua, que existe la progresiva creencia de ambas partes, de que “los dos países serían antagonistas en 15 años”, lo cual implicará mayor gasto militar, forzando a otros países a inclinarse por uno de ellos, cuando en el peor de los casos todo esto pudiera desembocar en un conflicto armado, aunque no necesariamente sea consecuencia del mutuo antagonismo.

Los análisis consideran que el posicionamiento de Rusia será determinante en la fractura tectónica global de la nueva bipolaridad transregional entre el decadente G-7 y los resplandecientes BRICS.

Es esencial conocer la percepción de los estrategas de India, miembro cada vez más desligado de los BRICS, sobre la dinámica de las relaciones bilaterales entre ambas potencias, dadas sus implicaciones en el océano Índico. Esperemos a ver cuáles serán las futuras relaciones entre el coloso asiático y el decadente Estados Unidos.
Comentarios
El diario La Jornada insta a los lectores a dejar sus comentarios o quejas al respecto del tema que se aborda en esta página, siempre guardando un margen de respeto a los demás. También instamos a reportar las notas que no sigan las normas de conducta establecidas. Donde está el comentario, clic en Flag si siente que se le irrespetó.
 
©2012 La Jornada. Una empresa del grupo Arévalo-Garméndez. All Rights Reserved.