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actualizado 20 de marzo 2012
Repercusiones geopolíticas de las elecciones en Rusia
El regreso de Putin, debilita las buenas relaciones en ambos lados
Por Gustavo Adolfo Vargas*
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Una serie de elecciones en países capaces de definir el rumbo geoestratégico del siglo XXI, tres superpotencias: Rusia, Estados Unidos y China, una potencia colonial en declive: Francia y dos medianas en vías de desarrollo: Irán y México.

Dicho escenario acaece en la fase de transición del caduco orden unipolar al incipiente nuevo orden multipolar, como ha ocurrido en etapas análogas de la humanidad, llevará su tiempo ajustar la emergente en correlación de la nueva supremacía.

La victoria de Vladimir Putin en las elecciones presidenciales del 4 de marzo, abre una nueva etapa determinante para el incipiente orden multipolar. Tal sufragio fue tildado de “fraude”, por medios de comunicación y la oposición de Rusia.

A priori, las encuestas indicaban el triunfo de Putin, sus críticos admitían que las multitudes de manifestantes en su contra eran una minoría, con su retorno a la presidencia, estallaron protestas contra el supuesto fraude electoral en Moscú y otras ciudades; los políticos de Estados Unidos, toman distancia de la línea suave con Rusia, difundida por la Casa Blanca durante dos años y medio.

Antes, el restablecimiento se basó en la buena química personal entre los presidentes, Barack Obama y Dmitry Medvedev, un político relativamente pro-occidental y liberal que en 2008 tomó el cargo de Putin, su mentor político. Apoyó a Rusia, para convertirse en miembro de la Organización Mundial del Comercio tras 18 años de conversaciones. Empero, en septiembre (2011) ambos indicaron que cambiarían de trabajo y Putin podría volver a la presidencia.

Putin anunció la creación de una “Unión Euroasiática” con Kazajistán y Bielorrusia en 2013, idea que ha producido nerviosismo en Washington, cuya intención es crear algo similar a la Unión Soviética en Asia Central y Europa del Este. Su idea de “la encarnación de Rusia como un centro de poder mundial y el centro de la Unión de Eurasia”. Estados Unidos encuentra que ello es inaceptable.

El regreso de Putin, debilita las buenas relaciones en ambos lados, especialmente a raíz de las protestas callejeras en Rusia por las elecciones parlamentarias de diciembre, dando paso en Washington, a la “Ley de Magnitsky”, propuesta que circula a través de su Congreso, prohibiendo la entrada a su territorio a autoridades rusas, vinculadas con corrupción y abusos de los derechos humanos, el deterioro es extensivo a otros frentes.

Vladimir Putin resucitó a Rusia (in extremis) del cementerio global geoestratégico, después de la etapa de balcanización de Gorbachov, estando a punto de ser pulverizada por Yeltsin, quien regaló su petróleo a peores postores y a mejores impostores.

Putin define su posición, referente a temas como: proliferación de armas nucleares, amenaza terrorista, tráfico de drogas y la Primavera Árabe. Analiza las relaciones bilaterales de Rusia con sus socios europeos y norteamericanos, esboza su visión sobre la Política Internacional y los principales problemas mundiales.

Según su óptica, es importante que la ONU y su Consejo de Seguridad, contrarresten eficazmente el dictado de ciertos países y las arbitrariedades en el escenario internacional. Respecto a los países bálticos, sostiene que Rusia luchará por que Letonia y Estonia cumplan los derechos universalmente reconocidos de las minorías étnicas, refirmando su intolerancia al denigrante rango de “no ciudadano”.

Definitivamente, Putin es singular, conocido en Rusia y en el mundo entero, tanto por sus aliados como por sus adversarios, cuya procedencia como oficial de inteligencia y de la política exterior encargada de prevenir sorpresas de sus adversarios, innegablemente es tomado en mucha consideración al momento de analizarlo.

Rusia intenta garantizar, su seguridad y los intereses nacionales con la participación activa y constructiva en la política mundial, en la resolución de problemas globales y regionales; censura el despliegue de misiles de Estados Unidos en Europa, cerca de sus fronteras por socavar su seguridad, operando contra la estabilidad mundial. Los crímenes de lesa humanidad deben ser castigados por las cortes penales internacionales, a las que Estados Unidos desconoce y sólo utiliza para castigar a sus enemigos globales.

“Seguridad” es una definición de Estados Unidos y la OTAN, que esencialmente difiere de la rusa, el primero, está obsesionado por asegurar su invulnerabilidad absoluta, lo cual es utópico e inalcanzable tecnológica y geopolíticamente, conduciendo a que la absoluta invulnerabilidad para uno, implique la vulnerabilidad absoluta para los demás.

Defiende el doble veto de Rusia y China, en el Consejo de Seguridad de la ONU, donde la postura de Washington, sus aliados europeos y árabes, se hubiesen abierto a la intervención militar de Siria. Comparte con Pekín la visión del incipiente orden mundial basado en igualdad de derechos, resolviendo todas las grandes cuestiones políticas en la relación con China.

Las relaciones de Rusia con los BRICS, un grupo transcontinental con cada vez mayor importancia geopolítica, a quien acertadamente califica como el símbolo más patente de la transferencia de un mundo unipolar a un orden mundial más justo y multipolar. En el marco del futuro de una sociedad global, que tome en cuenta y respete la sustentabilidad de todos sus participantes, como parte de las eventuales repercusiones geopolíticas de las recién pasadas elecciones en Rusia.

* Diplomático, Jurista y Politólogo.

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