La Jornada
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ACTUALIZADO: 2 DE ENERO DE 2007
OPINIÓN

¿Qué es desarrollo?

El subdesarrollo de Nicaragua se debe en primer instancia a la falta de decisión y ánimo de movilizar los recursos propios
Por Cornelio Hopmann

Desarrollo es salirse de la incapacidad tutelada a causa de irresponsabilidad propia. Se está bajo tutela por la incapacidad de valerse de capacidades propias, sin la supervisión de otro. Es irresponsabilidad propia, cuando la causa del tutelaje no yace en un defecto de las capacidades propias, sino en la falta de decisión y ánimo para servirse con independencia de ellas, sin la conducción de otro. Muchos, a pesar de que los hubiesen librado desde tiempo atrás de la tutela, permanecen con gusto bajo ella, debido a la pereza y la cobardía. Por eso les es muy fácil a los otros erigirse en tutores. ¡Es tan cómodo estar tutelado!” El designado ministro de Educación Miguel de Castilla identifica consecuentemente la autonomía, traducido del griego “regirse por si mismo”, como el fin último de la educación, pero él observa que entre 1968 a 2006, o sea en casi 40 años, el grado de la escolaridad promedia en Nicaragua apenas se elevó de 4.5 a 4.8. ¡El país aún no ha salido de la primaria!
 
Sin embargo el texto inicial, adaptado de un escrito secular de Kant hace 222 años, cabe no solo para personas o comunidades, sino para países enteros como Nicaragua, o sea Nicaragua no va a desarrollarse mientras no asume la educación, la precondición de la autonomía como país, como tarea de todos y oportunidad para todos, es decir mientras se espere que el gobierno central solo se vuelva tutor o peor que desde afuera cooperantes resuelvan lo que deba ser resuelto por el país mismo, vengan los cooperantes de donde vengan.
 
 ¡Qué no se me diga, que no haya los recursos! Estonia, Finlandia y Suecia erradicaron el analfabetismo ya a finales del siglo XVIII e inicios del siglo XIX, siendo los países más pobres de Europa. Costa Rica lo hizo en los años cincuenta y sesenta del siglo pasado, llegando a una educación primaria para todas y todos mientras aún tenía un producto interno bruto por cápita muy por de bajo de Nicaragua. No es tampoco culpa de un cierto tipo de gobierno como muestran 4 décadas sin avances sustanciales con las formas más variadas de gobierno. Cabe mencionar que Finlandia y Estonia avanzaron en educación bajo régimen colonial por Rusia como un esfuerzo autóctono hasta contra los Zares y sus enviados.
 
El subdesarrollo de Nicaragua se debe en primer instancia a la falta de decisión y ánimo de movilizar los recursos propios, a la pereza en dejar las cosas tal cual cómo y a la cobardía de no asignar las prioridades como se deba, sintiéndose cómodo bajo la tutela de los cooperantes, desde Banco Mundial y FMI hasta los países que complementen el presupuesto de educación. Si fuera diferente, las universidades, públicas como privadas, ya hubiesen movilizado a sus 120,000 estudiantes a socorrer a la educación pública desde pasantías y voluntariado hasta un año al servicio de la educación de los demás como prerrequisito de graduación. En una Nicaragua diferente no solamente Estelí sino cada municipio, de la grande y rica Managua ni hablar, tendría su propio plan municipal de educación universal, asignándole prioridad a la infraestructura escolar antes que a otras obras o peor a subsidios para incompetentes empresarios de transporte. En un país “mayor de edad”, las organizaciones gremiales, las cámaras y asociaciones de productores desde ya estuvieron trabajando en un programa de posalfabetización masiva para cualificar a los 1.2 millones de jóvenes, quienes salieron como analfabetas funcionales de la educación, y si fuera solo por reconocer que con ineptos no se produce muchas ganancias  ni se hace buen negocio con gente en la miseria. Al fin en una Nicaragua “ilustrada” hubiera desde ya una iniciativa conjunta y coordinada de todos los medios –Prensa, Radio, Televisión-, para producir y divulgar sistemáticamente -no solo como acción puntual- a bajo costo material educativo en masa y apto para su uso en la educación pública. Pero Nicaragua entera al parecer se siente mejor tutelada.

Confeso, a mí después de 22 años a veces se me cae el ánimo. Por tanto inspira ver y escuchar a Miguel de Castilla tan animado aún después de 45 años de magisterio. Pero hago votos que él no caiga de nuevo a la tentación de pretender a resolver solo por un tutor mayor llamado gobierno, cuando el concepto tutelaje es el trasfondo del problema.
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