Berlín – Representantes de una treintena de países analizarán a partir de mañana en Berlín medidas para implementar el acuerdo de protección del clima de París de cara a la celebración de la próxima conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático (COP 23), que tendrá lugar en noviembre en Bonn.
La reunión de dos días se realiza en momentos de incertidumbre generada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien prometió reactivar la industria del carbón de su país y considera abandonar el histórico acuerdo.
Un total de 195 países firmaron el 12 de diciembre de 2015 en París un acuerdo cuyo objetivo principal es mantener el aumento de la temperatura en este siglo muy por debajo de los 2 grados centígrados, e impulsar los esfuerzos para limitar el aumento de la temperatura incluso más, por debajo de 1,5 grados centígrados sobre los niveles preindustriales.
Los ambientalistas depositan ahora sus esperanzas en China, cuyo Gobierno ha mostrado más empeño en luchar contra el calentamiento global. El delegado chino de protección climática, Xie Zhenhua, comparecerá mañana ante la prensa antes de que se inaugure esta reunión informal.
El martes pronunciarán sendos discursos la canciller alemana, Angela Merkel y el primer ministro de las islas Fiyi, Josaia Voreqe Bainimarama. Las islas Fiyi ostentan este año la presidencia de la COP23, que se celebrará en la ciudad alemana de Bonn por motivos prácticos.
El Gobierno alemán instauró el llamado “Diálogo climático de Petersberg” en 2010 a fin de reavivar las negociaciones tras el fracaso de la cumbre del clima de Copenhague. La cita anual lleva el nombre de un hotel cerca de Bonn en el que se celebró por primera vez. Este año también participará Estados Unidos.
Los ecologistas esperan que los países industrializados y emergentes del mundo reafirmen en la cumbre del G20 que tendrá lugar a principios de julio en Hamburgo su compromiso con las metas del acuerdo de París y adopten resoluciones acordes para abandonar las energías fósiles y financiar la protección climática.
“Apoyamos a la presidencia alemana (del G20) en el ambicioso cronograma para el fin de las subvenciones ineficientes de las energías fósiles”, señaló Holger Lösch, de la poderosa Federación de la Industria Alemania (BDI).
En las negociaciones se debatirán reglas para poner en práctica el acuerdo, pero los anuncios de los países no alcanzan en la actualidad para conseguir la meta de dos grados, advierten los ambientalistas.
“Si no se mejoran las metas el calentamiento global oscilará entre los tres a cuatro grados”, estimó el experto en clima Jan Kowalzig, de la organización no gubernamental Oxfam.
La semana pasada concluyó en Bonn un encuentro de trabajo de diez días destinado a preparar la cumbre de noviembre. Los expertos trazaron un balance mayormente positivo, pero llamaron a avanzar con mayor rapidez.