Escribió Rulfo: “Oyó allá atrás su propia voz” y agregó; “lo señaló su propio coraje y ahora sabe dónde está”. En esas líneas el escritor mexicano logra perfilar la actuación de nuestro JC.
¡Juan Carlos Ramírez ha renacido! sobreponiéndose a las adversidades. Al día de hoy es un tótem del deporte en Nicaragua y su actuación sustenta lo dicho. La magnitud de lo construido este año desde la colina, irrumpiendo desde abajo hasta colocarse como el mejor brazo que tiene Mike Soucia en su bullpen, no permite cuestionamiento alguno.
El nica ha trascendido como atleta modélico para un país como Nicaragua donde escasea la grandeza deportiva.
Ha cambiado… la variedad de lanzamientos se nota, también el manejo de su control mucho más obediente, se le observa calmo, siguiendo con exactitud esa voz interior que le ha permitido a través de entrenamiento y asesoría correcta colocar la pelota en la zona vulnerable para los bateadores. Ya no intenta devorar con velocidad pasmante, se enteró que incluso 98 millas pueden ser descifradas.
Ramírez ha madurado, escudriña e interpreta con más agudeza la lucha mental entre el lanzador qué es y su rival en el cajón de bateo. No se deja llevar por ímpetu, todo lo contrario, ha sabido domar su fogosidad, almacenándola para luego aplicarla en el instante que urge de ella, sacando de paso al contrincante.
El pinolero sin pretenderlo, es ahora mismo parte de un binomio que integran él y Chocolatito González. Dos nicaragüenses que con su actitud y valentía han sido motivos de inspiración para continuar mi ruta personal, les admiro profundamente. Román por esa constancia y Ramírez por la capacidad de reinventarse en el mejor béisbol del mundo, dónde los ajustes son parte de la norma para mantenerse vigente.
Este año Juan Carlos, (cincelador de su talento), ha conseguido 10 victorias que lo colocan como francotirador perverso apuntando el récord de Dennis en grandes ligas. Martínez consiguió 16 juegos ganados en 1982 con Baltimore e igual número con Montreal en 1989 y 1992. Quizás en 1981 el Chirizo sin huelga hubiese cambiado drásticamente la cifra de catorce, pero ese es un debate, un tal vez disfrazado de posibilidad que jamás será certeza.
La vida se hace siempre de momentos; JC consciente de la veracidad que arropa la frase, pule su andadura en el montículo. En medio de un deporte donde la colectividad puede echar por la borda una gran actuación o rescatar un despiste, Ramírez tendrá la oportunidad de alcanzar el Everest personal. Si los planetas se alinean y la buena fortuna le salpica, no dudo que izará la bandera de la gloria; esa fragancia que perfuma su 2017.
Juan Rulfo uno de los más agudos escritores que he leído afirma: La imaginación es infinita, no tiene límites, hay que romper donde se cierra el círculo (…) ¡Yo estoy seguro que JC lo rompió y va tras su sueño!
*Los Ángeles California. USA