Mexico (Xinhua) — Unos 18.300 soldados desfilaron el sábado por la principal plaza de la Ciudad de México, dentro de la tradicional parada para conmemorar el aniversario 207 del comienzo de la lucha de Independencia.
Por 90 minutos, las tropas del Ejército y la Armada de México pintaron de verde olivo y de blanco la Plaza de la Constitución, conocida como Zócalo, ante la mirada del presidente Enrique Peña Nieto desde el balcón principal de Palacio Nacional y de miles de capitalinos en las calles.
El paso de una bandera mexicana monumental en mosaico sostenida por militares dio comienzo a la marcha que se extendió por 7,3 kilómetros, desde el Zócalo hasta el Campo Marte, enclavado en el popular bosque de Chapultepec.
Infantes, paracaidistas con boina y rostro camuflado, artilleros, guardacostas y cadetes de las dos instituciones armadas mostraron su disciplina ante las cientos de familias, algunas de las cuales llegaron cuatro horas antes para tener los mejores lugares a lo largo del recorrido.
También desfilaron casi 270 tanquetas y vehículos artillados destinados a la defensa o la seguridad interna, mientras que 66 aviones y helicópteros que se usan para adiestrar pilotos y para operaciones especiales surcaron el cielo del centro de la capital.
El presidente Peña Nieto pasó antes revista a cientos de soldados formados en la plancha del Zócalo y, una vez en el balcón, siguió buena parte del desfile acompañado por grupos de niños en uniforme escolar invitados al desfile por su buen desempeño en clases.
Para enmarcar la escena, 4.800 soldados desplegados en una grada formaron un gigante mosaico que mostraba la bandera nacional e imágenes de la historia mexicana o de las fuerzas armadas.
La parada también contó con policías federales que realizan operaciones especiales y otras actividades, además de una columna del cuerpo de bomberos de la Ciudad de México, que sumaba tres décadas de no participar.
El Ejército contemplaba un mayor número de contingentes para su desfile anual, pero los redujo porque unos 20.000 soldados atienden la emergencia tras el sismo de 8,2 grados del pasado 7 de septiembre, el cual dejó miles de damnificados en los sureños estados de Oaxaca y Chiapas y al menos 98 muertos.
“¡Estamos con ustedes! ¡Viva Oaxaca! ¡Viva Chiapas!”, exclamaron al unísono los casi 5.000 militares que formaban los gigantes mosaicos al término del desfile, ante la ovación de los asistentes.
Antes, aviones colorearon de verde, blanco y rojo el cielo del primer cuadro de la ciudad, mientras la tropa en tierra entonaba el himno nacional.
Las fuerzas armadas mexicanas miran la tradicional parada militar como una oportunidad para convivir y estrechar lazos con la población.
