El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo ayer martes que posibles conversaciones entre Corea del Norte y Corea del Sur tienen un potencial indefinido y señaló que las sanciones ya están comenzando a hacer mella en Pyongyang en medio de la tensión por su programa nuclear y misilístico.
“Las sanciones y ‘otras’ presiones están empezando a tener un gran impacto en Corea del Norte. Los soldados están huyendo peligrosamente a Corea del Sur”, escribió Trump en Twitter.
“El hombre cohete ahora quiere dialogar con Corea del Sur por primera vez. Quizá es una buena noticia, quizá no. ¡Veremos!”, agregó el presidente de Estados Unidos en un tuit en referencia al líder norcoreano, Kim Jong Un.
Las palabras de Trump se producen luego que el líder norcoreano Kim Jong Un ofreciera un discurso de Año Nuevo en el que dijo estar dispuesto a enviar una delegación a los Juegos Olímpicos de Invierno que se llevarán a cabo en Seúl, aunque también repitió las feroces amenazas nucleares contra Estados Unidos.
Analistas dicen que Kim podría estar tratando de abrir una brecha entre Seúl y su aliado Washington en un intento por reducir el aislamiento internacional y las sanciones contra Corea del Norte.
Por su parte, Corea del Sur ofreció ayer martes conversaciones de alto nivel con su rival Corea del Norte para buscar formas de cooperar en los Juegos Olímpicos de Invierno del próximo mes en el sur.
La apertura de Kim fue una buena noticia para un gobierno surcoreano encabezado por el presidente liberal Moon Jae-in, que favorece el diálogo para aliviar las amenazas nucleares del Norte y quiere usar los Juegos Olímpicos de Pyeongchang como una oportunidad para mejorar las relaciones intercoreanas.
El ministro de unificación de Moon, Cho Myoung-gyon, propuso en una conferencia de prensa televisada a nivel nacional que las dos Coreas se reunieran el nueve de enero en la aldea fronteriza compartida de Panmunjom para discutir la cooperación olímpica y cómo mejorar las relaciones en general.
EE.UU. escéptico de Kim Jong Un
El Departamento de Estado de EE.UU. dijo posteriormente el martes que le corresponde a Corea del Sur decidir si debe mantener conversaciones con Corea del Norte, pero que Washington es escéptico de la sinceridad del líder norcoreano Kim Jong Un, si ocurren tales conversaciones.
“Si los dos países deciden que quieren tener conversaciones, esa sería ciertamente su elección”, dijo a periodistas la vocera del Departamento de Estado, Heather Nauert.
“Kim Jong Un puede estar tratando de dividir de alguna manera a las dos naciones, nuestra nación y la República de Corea. Puedo asegurarles que eso no sucederá … Somos muy escépticos de que Kim Jong Un quiera sinceramente sentarse y tener conversaciones”, afirmó.
Washington advierte contra nuevo lanzamiento de misiles
Por su parte, la embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Nikki Haley, advirtió a Corea del Norte el martes contra otra prueba de misiles y dijo que Washington no tomaría en serio las conversaciones planificadas entre Corea del Norte y Corea del Sur si Pyongyang no tomaba medidas para abandonar sus armas nucleares.
Haley dijo a periodistas que Estados Unidos estaba escuchando informes de que Corea del Norte podría estar preparándose para disparar otro misil de prueba.
“Escuchamos informes de que Corea del Norte podría estar preparándose para otra prueba de misiles”, dijo Haley. “Espero que eso no suceda. Pero si lo hace, debemos aplicar medidas aún más severas para enfrentar al régimen de Corea del Norte”, indicó.