El gobierno de Daniel Ortega siempre se ha burlado de la OEA
El embajador de EE.UU. ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Carlos Trujillo, anunció su deseo de “avanzar” en la aplicación a Nicaragua de la Carta Democrática Interamericana, que abre la puerta para que este país sea suspendido del organismo.
“Tenemos que avanzar, yo creo que si no hay negociaciones y si no estamos avanzando en el tema de la democracia y derechos humanos en Nicaragua, tenemos que aplicar el artículo 20″, dijo a la prensa Trujillo, tras asumir ayer lunes la Presidencia del Consejo Permanente de la OEA, lo que le entrega más poder para tomar decisión sobre qué temas están en agenda.
El Consejo Permanente de la OEA comenzó la aplicación de la Carta a Nicaragua el 11 de enero, pero desde entonces no se ha vuelto a retomar ninguna iniciativa diplomática específica ni se ha celebrado ninguna sesión con respecto a la crisis en el país.
La Unidad Nacional Azul y Blanco llamó a la OEA y al Vaticano a “revaluar con urgencia” el caso de Nicaragua después que los agentes policiales, antimotines y paramilitares agredieran el pasado sábado a un grupo de manifestantes, durante un incidente que dejó por lo menos 11 detenidos y 4 heridos de bala incluyendo al agresor.
Ese incidente ocurrió al menos 24 horas después de que el régimen de Daniel Ortega, firmara un compromiso de no volver a reprimir a las personas que fueron parte de las protestas antigubernamentales, entre otros derechos garantizados en la Constitución de Nicaragua.
“Lo que vimos -dijo Trujillo- es totalmente inaceptable, lo que pasó en Nicaragua este fin de semana, es totalmente inaceptable”.
“Están en negociaciones y, después, al mismo tiempo están oprimiendo a estudiantes, a personas pacíficas que están demandando y protestando en las calles, es algo que vamos a tomar en cuenta y lo vamos a abordar aquí en la OEA”, se comprometió el diplomático estadounidense.
Según fuentes civiles hay más de 800 personas encarceladas por razones políticas, más de 1 mil desaparecidos y casi 70 civiles emigraron del país huyendo de la dictadura.