En lo que va del año las autoridades de Salud han registrado unos 20.700 casos de dengue, de los que más de 15.000 son del tipo clásico, que no es mortal, y el resto del hemorrágico.
Ante el brote de casos de la enfermedad, el Gobierno mantiene una alerta nacional y ha redoblado las campañas de control y prevención, además de reiterar el llamamiento a la población a erradicar los criaderos del zancudo transmisor, el “Aedes aegypti”.
El zancudo se reproduce en depósitos de agua limpia, los que también se han multiplicado con las lluvias en el país centroamericano, aunque la temporada de invierno que inició en junio no ha sido tan fuerte por los efectos del cambio climático.
Algunos sectores ligados a la salud atribuyen el brote de dengue a que la secretaría del ramo no inició a tiempo las campañas de prevención, que debieron comenzar al menos en octubre de 2018.
El pasado 2 de julio el Gobierno de Honduras declaró el estado de emergencia nacional por el brote de dengue, enfermedad que hasta entonces afectaba a 15.406 personas y había causado 44 muertes.
La emergencia fue decretada por orden del presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, según indicó la ministra de Salud, Alba Consuelo Flores.
El Gobierno también ordenó la activación del Sistema Nacional de Gestión de Riegos (Sinager) para coordinar y reforzar las medidas preventivas ante la propagación del dengue.
El mosquito “Aedes aegypti” además es transmisor de otras enfermedades como el zika y el chikunguña.