Ha pasado más de un año de que comenzó la crisis sociopolítica que tiene con un futuro incierto a Nicaragua, madres de jóvenes víctimas de la violencia, siguen exigiendo justicia tras los asesinatos de sus hijos. Hasta la fecha no hay ningún paramilitar, agente policial, o miembros de grupos de choques, a los que estos grupos de la sociedad civil tilda de ser los responsables, que haya sido procesado por estos presuntos delitos, de acuerdo a la Asociación de Madres de Abril.
Lizeth Dávila, madre del adolescente Álvaro Conrado, muerto en las protestas, afirmó que no han desistido en la búsqueda de justicia.
“Sabemos que la ruta de nosotras como madres en la exigencia de nuestros derechos es larga, y necesitamos de apoyo de cada uno. Pero el tema que nos compete más a nosotras como madres es el tema de verdad y justicia”, dijo.
Las madres de las víctimas realizaron la firma de un acuerdo con la opositora Alianza Cívica y demás organizaciones y movimientos sociales, donde las partes agarran el compromiso de no suscribir ningún tipo de acuerdo que evite o pretenda dejar en impunidad la muerte de sus seres queridos, explicó Carlos Turnerman.
“Estos familiares verán un día esclarecerse los crímenes. Y los criminales irán a la cárcel, hasta que tengamos el cambio que el pueblo demanda. En Nicaragua habrá algún día la justicia suficiente para que estos familiares vean que se esclarecen los crímenes”, dijo.
El régimen sandinista aprobó una Ley de Amnistía donde va un perdón para todas las personas que estuvieron involucradas en actos violentos, en el marco de las protestas, a partir del 18 de abril del año pasado. Con la medida se logró la libertad de varios de los considerados presos políticos.
El presidente Daniel Ortega dio por concluidas las negociaciones con la opositora Alianza Cívica en el mes de junio.