Michelle Bachelet, y Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU realizó la presentación de manera oficial ayer ante el Consejo de Derechos Humanos de dicha organización que sesiona en Ginebra, el contundente informe de lo acontecido entre los meses de agosto de 2018 y julio de 2019 donde respalda las denuncias de represión y violaciones de manera casi total de la Constitución y las leyes.
El gobierno envió sus respuestas al informe, y lo hizo el pasado dos de septiembre, con una descalificación de manera general y sin contar con las evidencias que descalifiquen el reporte de la también ex presidenta de Chile, Bachelet.
El informe, que fue hecho público el pasado viernes, hace denuncian contra el gobierno de Nicaragua ante las graves violaciones a los derechos humanos –donde se incluyen torturas a opositores– y llama al presidente Daniel Ortega a regresar el diálogo, finalizar con las detenciones arbitrarias y que se garanticen las elecciones trasparentes.
El reporte de la Oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos afirmó que ha realizado la verificación de la participación de las fuerzas de seguridad del gobierno que estuvieron envueltas en ataques contra manifestantes y detenciones toleradas por el Estado, aunque a su vez advierte que quienes realizan protestas alguna vez agredieron a las autoridades, lo que provocó muertes y lesiones entre policías e integrantes del partido oficialista.
“El uso desproporcionado de la fuerza por parte de la policía que se materializó en varias ejecuciones extrajudiciales y en maltrato generalizado, registrándose casos de tortura y violencia sexual en los centros de detención”, está entre las graves violaciones que documenta la oficina de Bachelet.