El gobierno transitorio y el expresidente Evo Morales siguen acusándose mutuamente de alentar la convulsión en Bolivia, mientras se eleva a ocho el número de fallecidos en la jornada más violenta ocurrida el viernes, cuando fuerzas de seguridad repelieron a cientos de manifestantes cocaleros que intentaron romper un cerco militar para ingresar a la ciudad de Cochabamba.
Según advierten, el número de fallecidos podría subir debido a la gravedad de algunos heridos. En 25 días de convulsión social, 20 personas han muerto y solo el viernes hubo 114 heridos, según reporte del Defensor del Pueblo.
Pero las consecuencias de la violencia van más allá. En un recorrido realizado por las calles del centro de la capital boliviana, La Paz, la Voz de América corroboró que hay una sensible reducción de alimentos en los mercados populares, y que además esto ha obligado a que los precios de algunos productos se dupliquen.
Una mujer que se identificó como Cristina, que vende verduras en el mercado, dijo que la situación que atraviesa el país ha encarecido los precios de los productos, así como la escasez, lo que le preocupa porque, como expresó a VOA, “si no vende, no come”.
“Como los caminos están bloqueados, la verdura no viene y automáticamente sube (de precio), hasta un 50% o 100%, harto nos afecta”, dijo la vendedora, que además solicitó a las autoridades que se pongan de acuerdo para tener una pronta solución.
Una vendedora de verduras en La Paz, asegura que la situación actual afecta a toda la población, ya que la escasez de comida encarece los precios en general. Lea más en este enlace: https://t.co/7Nj9xHEYhP pic.twitter.com/3JuarRKeJi
— Voz de América (@VOANoticias) November 16, 2019
Otra transeúnte también expresó su preocupación a la VOA, sobre las dificultades para encontrar alimentos.
“Es preocupante, no hay carne, no hay huevos, no hay gas ni keroseno, ¿qué vamos a hacer?”, dijo la ama de casa.
Las personas en #Bolivia reclaman que los precios de la comida han subido por causa de las protestas de los últimos días y que incluso no hay gas para cocinar.
Lea más en este informe: https://t.co/7Nj9xHEYhP pic.twitter.com/lXQjpbcUj3— Voz de América (@VOANoticias) November 16, 2019
Mientras tanto, en otras partes de la ciudad, como la Plaza San Francisco, uno de los puntos de reunión de quienes se organizan para protestar, estaba protegida por la policía local, previniendo otra marcha que pudiera tornarse violenta.
Y es que La Paz también es centro violentas protestas a favor de Morales.
El sábado, los cocaleros caídos eran velados en la carretera cerca al sitio del choque en esta ciudad dominada por el miedo y el luto.
Una mujer llorosa puso su mano sobre un ataúd de madera rodeado de flores mientras preguntaba: “¿Esto es democracia? Así matando como si fuera cualquier cosa”. Otra lloraba y rezaba en quechua sobre el féretro de Omar Calle, que estaba cubierto con la bandera nacional boliviana y la “wiphala”, que representa a los pueblos indígenas.
El exgobernante indígena Evo Morales salió exiliado a México alegando un golpe de Estado de la derecha, después que una auditoria de la OEA ratificara irregularidades en los comicios recomendando una nueva elección. Morales perdió apoyo de los policías y de los militares lo que precipitó su renuncia cuando le faltaba tres meses para completar su tercer mandato.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó el “uso desproporcionado de la fuerza policial y militar. Las armas de fuego deben estar excluidas de los dispositivos utilizados para el contra de las protestas sociales”, dijo mediante Twitter.
CIDH condena uso desproporcionado de la fuerza policial y militar en Cochabamba #Bolivia que ya resultaron en 5 personas fallecidas e múltiples heridas. Las armas de fuego deben estar excluidas de los dispositivos utilizados para el control de las protestas sociales (1/6) pic.twitter.com/G6lg5hx0W5
— CIDH – Comisión Interamericana de Derechos Humanos (@CIDH) November 16, 2019
Pero a pesar de las protestas, el gobierno y legisladores del Movimiento Al Socialismo (MAS) buscan acuerdos para pacificar el país y llamar a elecciones en tres meses, con la mediación de la ONU, la Unión Europea y los obispos católicos.