A pocas semanas de terminar el ciclo anual, fue reformado el presupuesto general de la república del año 2019, y nuevamente la aplanadora oficialista del Frente Sandinista (FSLN) lo aprueba, ante el déficit superior de los 300 millones de dólares, a pesar de las diversas reformas fiscales que han subido los precios de productos básicos en Nicaragua.
Esto deja al descubierto la gran necesidad de apoyo de la comunidad internacional y del Banco Mundial y del BID que han disminuidos sus desembolsos para el año 2019, perjudicando el flujo de dinero en las arcas del estado.
El Ejecutivo hace el envío a la reforma “con carácter urgente” y esta fue aprobada con los votos de los 72 diputados del régimen sandinista. Los 14 votos del PLC fueron en contra, uno no votó y cuatro no llegaron, esto entre un universo de 91 legisladores.
El Presupuesto General de Ingresos de 2019 pasa a ser de 2.069,8 millones de dólares cuando antes era de 2.302,9 millones de dólares, con lo que el déficit presupuestario redujo en apariencia 304,5 millones de dólares lo que son 71,4 millones de dólares.
Este dato fue bastante criticado por diputados opositores que hacen la denuncia a que el aparente “aumento” fue alcanzado con drásticos recortes a las alcaldías, a ministerios claves como Educación y Salud, además de más técnicos como IPSA.
Para el 2020, el Gobierno de Nicaragua hizo la presentación de un proyecto de Ley del Presupuesto General de la República que estima un déficit de unos 50,6 millones de dólares.
En ese proyecto, el Gobierno hace la disminución de su proyección del crecimiento económico para este año y la fijó en un -3,5 %, en vez del -1,1 % inicial.
El producto interno bruto (PIB) de Nicaragua se redujo un 3,8 % el año pasado, debido principalmente a la crisis sociopolítica que estalló en abril de 2018, según el Banco Central.