Este 28 de noviembre los católicos inicia el novenario en honor a la Purisima Concepción de Maria en Nicaragua.
La Inmaculada Concepción, conocida también como la Purísima Concepción, es un dogma de la Iglesia católica decretado en 1854 que sostiene que la Virgen María estuvo libre del pecado original desde el primer momento de su concepción por los méritos de su hijo Jesucristo.
La gritería es una festividad nicaragüense en honor a la Purísima e Inmaculada Concepción de María surgida a fines del siglo XVIII.
Se celebra la noche del 7 de diciembre, víspera de la fiesta católica de la Inmaculada Concepción de María, devotos recorren las calles y visitan diferentes altares erigidos en honor a la Virgen María, en templos y casas particulares.
El origen de esta fiesta, en su versión nicaragüense, se remonta al año 1742 y surgió en la iglesia de San Francisco de la ciudad de León.
El 7 de diciembre de 1857 monseñor Gordiano Carranza, desde el atrio de la Iglesia de San Felipe (en León), anima al pueblo a visitar casa por casa y a alzar sus propios altares a la vez de rezar, cantar y gritar a la Virgen. De León la fiesta saltó a Masaya, Managua y a Granada y de allí se extendió por todo el país.