El historiador Rodrigo Silva brindo la tarde del pasado jueves 5 de diciembre una ponencia de Testimonios históricos sobre origen de la Gritería en el Museo Archivo Rubén Darío de León.
La iglesia de San Francisco es el lugar donde empezó la celebración de La Purísima a la Virgen Concepción de María, una devoción que desde 1742 caló en el corazón de Nicaragua, según la ponencia de Silva.
La gritería es una festividad nicaragüense en honor a la Purísima e Inmaculada Concepción de María surgida a fines del siglo XVIII.
Silva presentó al público en el Museo Archivo Rubén Darío documentos históricos así como libros y periódicos donde se narra la historia de la Purísima desde sus orígenes.
El origen de esta fiesta, en su versión nicaragüense, se remonta al año 1742 y surgió en la iglesia de San Francisco de la ciudad de León.
El 7 de diciembre de 1857 monseñor Gordiano Carranza, desde el atrio de la Iglesia de San Felipe (en León), anima al pueblo a visitar casa por casa y a alzar sus propios altares a la vez de rezar, cantar y gritar a la Virgen. De León la fiesta saltó a Masaya, Managua y a Granada y de allí se extendió por todo el país.
Carranza revivió la gritería por la guerra que se dio de 1854 a 1857.
La gente recorre las calles al anochecer del 7 de diciembre y se detiene en las casas que tienen altares confeccionados especialmente para ese día.