No solo las personas pueden requerir ayuda en algún momento determinado de sus vidas… también los negocios. Aunque sus finanzas sean sanas y la prospección de su balance pueda ser muy optimista, es posible que requieran de una renovación o transformación para seguir adelante o para llegar a final de mes un poco más holgados.
¿Quieres realizar una inversión para mejorar tu operación? ¿Necesitas comprar nuevo equipo para el buen futuro de la empresa, pero eso supone solicitar ayuda adicional? ¿Debes hacer frente al pago de proveedores y que tu empresa ofrezca la confianza necesaria a tus contactos? Aquí es cuando entran en escena los préstamos comerciales. Pero, ¿qué son, cuál es la diferencia con los préstamos personales y por qué pueden ayudarte más de lo que piensas?
Los préstamos comerciales: una ayuda oportuna
A diferencia de los préstamos personales, que están creados específicamente para las necesidades que pueda tener un individuo en un momento concreto de su vida, los préstamos comerciales están diseñados para atender las necesidades más específicas de una empresa y la propia situación de los negocios.
De ahí que para solicitar un préstamo comercial necesitas estar registrado como una Sociedad de Responsabilidad Limitada y contar con un Número de Identificación de Empleador (NIE, también conocido como NIF). También debes solicitar un número DUNS vinculado a la ubicación de la empresa, abrir dos cuentas bancarias (una cuenta corriente y una cuenta de ahorros) y solicitar una tarjeta de crédito.
Toma en cuenta que el cálculo de tu puntaje de crédito determinará la concesión del crédito y su tasa de interés. A esto se le añaden otros factores que influyen para que el préstamo sea aceptado, como:
- El número de años que tu negocio lleva funcionando. Normalmente, se exige un mínimo de dos años.
- El sector en el que operas o tu actividad.
- Las ventas de tu empresa, que deberían superar los 100,000 dólares anuales.
- La cantidad misma que solicitas como préstamo. Debe estar acorde con tu situación financiera para que puedas ser capaz de devolver el préstamo y sus intereses. Si tienes dudas, puedes consultar una calculadora de préstamos.
- El plan específico para el uso del dinero.
- Si cuentas o no con un aval que sea capaz de asegurar el pago en caso de incumplimiento.
Tu plan es lo más importante
Al igual que ocurre cuando estás por iniciar un negocio y pones todo en papel para saber los pasos a seguir, con los préstamos comerciales es muy importante saber en qué ocuparás el dinero y en qué no para evitar el mal manejo de los recursos.
Toma en cuenta que la entidad prestataria pondrá su atención en que tengas un plan específico, ya sea para la compra de materiales o equipo, para capital de trabajo o para la inversión en bienes raíces para tu expansión en un nuevo local. Sea como sea, es importante que tanto tú como la entidad de crédito tengan clara la viabilidad del proyecto antes de acceder al dinero para evitar que esta decisión financiera se convierta en un dolor de cabeza.
Como puedes ver, adquirir un préstamo comercial puede ser una buena idea si necesitas una ayuda para que tu negocio despegue o para encaminar proyectos que, por falta de liquidez, no podrías realizar hoy mismo. Todo lo que necesitas saber es parte del sentido común: la estructura de tu empresa, cómo ha sido su desempeño a lo largo de su vida y en qué planeas utilizar el dinero en el futuro.
¡No limites tus planes de crecimiento! Piensa en tus metas y hazlas realidad desde hoy mismo accediendo a un préstamo comercial.