MANAGUA – Durante más de tres meses las iglesias católicas en Nicaragua han mantenido sus puertas cerradas y se limitaron a utilizar las redes sociales para transmitir los servicios religiosos como una medida de prevención ante la propagación del COVID- 19.
Las confesiones también han cambiado de modalidad, pues ahora únicamente se hacen vía telefónica, según explicó a la Voz de América monseñor Miguel Mántica, párroco de la iglesia San Francisco de Asís y vicario pastoral de la Arquidiócesis de Managua.
“Solo se dejaron a través de transmisiones vías Facebook y cada quien ha hecho lo que ha podido creativamente. Hemos recibido a la gente vía Skype, por ejemplo”.
Según el sacerdote han “evitado todo lo que ha sido aglomeraciones”.
“En eso hemos seguido la línea del Santo Papa, empezando por el arzobispo, que ha celebrado solito en la catedral con las iglesias completamente vacías”, agregó. En marzo, representantes de la Iglesia Católica en Managua criticaron la falta de información respecto a la pandemia de parte del gobierno de Nicaragua.
Otras denominaciones, como los protestantes evangélicos, han tomado medidas, pero optan por continuar con los servicios religiosos e incluso las honras fúnebres de personas que fallecen como casos sospechosos de COVID-19.
Esto a pesar de que el Ministerio de Salud prohibió los velatorios de personas que fallecen con síntomas de COVID-19 y estos son enterrados de forma inmediata tras sus decesos.