LA JORNADA

Determinan que la lluvia puede “levantar montañas” en el Himalaya

Las precipitaciones y los ríos “absorben” rocas del paisaje, complementando los procesos tectónicos, según un modelo cuantitativo realizado por un equipo internacional de científicos

Un modelo cuantitativo desarrollado en la Universidad de Bristol (Reino Unido) en cooperación con dos universidades de EE.UU. ha demostrado la estrecha relación entre los fenómenos climáticos y los tectónicos en la configuración del aspecto que tienen la montañas.

Los investigadores tomaron como campo de estudio los tramos central y oriental de la cordillera del Himalaya, correspondientes a los territorios de Bután y Nepal, en donde compararon las tasas de erosión y la cantidad de lluvia que recibe cada área.

El trabajo reveló que no existe una proporción fija y lineal, explica el artículo del equipo, publicado en la revista Science Advances el 16 de octubre, pero permitió estimar unas tasas para estos paisajes montañosos ricos en ríos y arroyos “utilizando conjuntos de datos fácilmente disponibles”.

Según el autor principal del estudio, el geólogo Byron Adams, los resultados apuntan a “que una mayor lluvia puede dar forma a las montañas haciendo que los ríos fracturen las rocas más rápido”.

Los científicos fueron más allá y conjeturaron que las precipitaciones también son capaces de “erosionar un paisaje lo suficientemente rápido como para ‘absorber’ las rocas de la tierra”, un proceso que “levanta montañas muy rápidamente”.

“Ambas teorías se han debatido durante décadas, porque las mediciones necesarias para comprobarlas son minuciosamente complicadas”, añadió el científico en un comunicado universitario. Solamente este nuevo modelo —uno de los varios elaborados sobre el tema— ha ofrecido un método adecuado para demostrar que ambas hipótesis son correctas.

El equipo también analizó muestras de arena tomadas del sistema fluvial del Himalaya para medir cuán rápido los ríos erosionan las rocas que tienen por debajo. La presencia y, más concretamente, la proporción de elementos raros en los granos de este material geológico revela cuánto tiempo hace que el agua discurre por las montañas y “lo rápido que se ha erosionado el paisaje”.

El estudio no se debe a un mero interés por poner a la prueba las hipótesis existentes, sino buscaba examinar los riesgos que implica la construcción de centrales hidroeléctricas en zonas de alta montaña como el Himalaya, ya que las altas tasas de erosión pueden aumentar drásticamente la sedimentación de las rocas junto a las represas, poniendo en peligro la estabilidad de la construcción. Los hallazgos del estudio también tienen implicaciones de utilidad para la gestión del uso de la tierra y el mantenimiento de infraestructuras, estiman los autores.

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