Fernando Delgado, alto funcionario del Banco Mundial, sentenció que para “salvar” el Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), debe ampliarse a 65 años, la edad de jubilación de los nicaragüenses, “porque las reformas del INSS, es un asunto de finanzas y no de carácter social”, agregó.
Delgado, de visita en el país, llamó al “pan pan y al vino vino”, la primera condición para el abordaje de lo que se debe hacer en las caja de pensiones. De otra manera será imposible y hay que apresurarse porque el tiempo marcha en contra.
Por su parte, Néstor Avendaño, “el juglar de la economía nacional”, advirtió que solo la reforma estructural salva al INSS. El primer problema de la institución es de carácter administrativo y estructural y tiene talón de Aquiles, en el pago de las pensiones mínimas.
Ello, significa, que el presidente Daniel Ortega, no debió incluir este agregado a la economía nacional. El presidente debe rectificar, puntualizó. Si no se rectifica habrá iliquidez, por eso, lo recomendable es ampliar a 65 años, la edad de la jubilación.
Desde que se fundó el INSS se estableció en 60 años, la edad de jubilación, y es tiempo de un ajuste de pensiones. Actualmente la existencia de vida, indica que las mujeres alcanza los 74 años, y los hombres, en 71 años, agregó, el economista.
Respecto a la cotización de la población económicamente activa, PEA, está un 75 por ciento en el trabajo formal y un 25 por ciento, en lo informal.