El alcohólico y el drogadicto necesitan de la amistad

La presencia mundial del Movimiento de Alcohólicos Anónimos que pertenecen a la línea del Dr. Leonel Ayala es cada día más determinante en la vida social. En El Salvador, donde se fundó hace 32 años, son frecuentes las grandes concentraciones masivas de personas, que pertenecen ahora a ese Movimiento y que buscan el tratamiento de la enfermedad mental a la que se debe el alcoholismo y la drogadicción, participando en la sicoterapia de la música en las reuniones denominadas sesiones de trabajo.

El Dr. Ayala acostumbra realizar visitas, en el transcurso de los 12 meses del año, a varios lugares del planeta en los cuales funcionan los núcleos de práctica a como se les denomina a las distintas unidades humanas, que existen en varios países y que son la concreción orgánica de los grupos de sicoterapéuticos.

En lo que va del año 1999 son varios los lugares atendidos por el Dr. Ayala, que necesitan conocer más sobre la Filosofía del Movimiento antialcohólico y antidrogas. La necesidad de la humanidad por encontrar una salida al problema mental mencionado, es de tal magnitud que desde El Salvador en Centroamérica se ha extendido al resto de países. En el área existe el Movimiento en El Salvador (la sede), Nicaragua, Honduras, Guatemala, Costa Rica, Belice, México, Estados Unidos, Perú, Canadá, Australia, Italia, Francia y Suiza. En una ocasión al regresar de México al Salvador la opinión pública miró sorprendida la gran afluencia de miembros del Movimiento de Alcohólicos Anónimos pertenecientes a la línea del Dr. Ayala, que se desbordaron a esperar para saludar con gratitud la llegada del impulsor de la sicoterapia grupal, que ha sido de gran utilidad para dejar definitivamente la ingesta de alcohol y drogas. En sus giras mundiales el Dr. Leonel Ayala ha solicitado a los nicaragüenses que le permitan llamarle a Nicaragua “su tercera patria “. En Marzo de 1998 durante la celebración de los 15 años de fundación del Movimiento en Nicaragua, hizo una historia breve sobre los lazos que le unen al país desde sus días de estudiante de odontología en la Cuidad de México. Dijo que cuando tenía 18 años le tocó emigrar a aquella cuidad y que durante dos días trató de inscribirse en la Facultad de Odontología, para seguir esa carrera y se encontró muchos obstáculos. Antes de hacerlo quería participar como oyente de las clases.

En los pasillos de la Facultad de Odontología se encontró a una persona a quien le preguntó que si podía participar en calidad de oyente en vista que no había podido inscribirse, ese estudiante resultó ser un nicaragüense, el primer amigo que hacía en la Nación Mexicana en el año de 1954. Dijo que la forma de hablar de aquel estudiante lo identificaba como nicaragüense por el uso de los términos “chocho”, “sentate”, “digás”acentuado. Esa amistad fue el primer pasaporte para amar a Nicaragua. El círculo de sus amistades y las páginas de su pasaporte fueron creciendo, los únicos amigos que tuvo durante sus años de estudios universitarios en México fueron nicaragüenses, afirmó. Recordó los nombres de los nicaragüenses Dr. José Luis Herdocia que vive en el D. F. , el Dr. Otto Buitrago que ya falleció, César Sánchez, Jaime y Mario Arguello, Benjamín Franklin, en total 10 nicaragüenses. Esos amigos nicaragüenses manifestó, le servían para matar su soledad, como un bordón para aminorar la angustia de vivir lejos, en una Cuidad por aquel tiempo de 1954 de cinco millones de habitantes, luego de vivir en un lugar de 25 mil pobladores, como lo era poblacionalmente hablando San Miguel en El Salvador.

En la exposición el Dr. Ayala dijo, que su destino caminó inmerso en el sufrimiento del alcoholismo, necesitaba, vehementemente como el caminante en lo hondo de un desierto el agua, el confort del corazón humano, la amistad. Así llegó a Alcohólicos Anónimos. Expresó que solo un alcohólico y drogadicto saben lo que se sufre. No solamente por la ingesta del brebaje, es por la manera de pensar de uno, por el deterioro profundo que tiene en la personalidad.

El alcohol se usa solamente para escapar del miedo a vivir, del miedo a la incapacidad de enfrentar la vida, afirmó que conoció la marea blanca de Alcohólicos Anónimos primeramente en los grupos tradicionales porque el movimiento que él fundó lógicamente que no existía. Su estadía en esos grupos tradicionales ,le sirvió pese al trato que ellos daban ,para ganar día a día, milímetro a milímetro, la humildad que le brillaba por su ausencia. Los vestigios de amor que existían en su razón era una señal del instinto, reconoció que en su permanencia en los grupos tradicionales de los Alcohólicos Anónimos no fue infeliz. Le sirvió de preparación para que un día lo que podía entenderse como la razón metafísica, lo que podría entenderse, como se ha dado en llamar, la serpentina cósmica anclada en la conciencia de los humanos, que por la inmensa necesidad y por sus propósitos ,abría sin darse cuenta las puertas de su pensamiento, para que esa serpentina anclara. Así en medio de lo que es difícil describir por algún humano común y corriente, las estrellas brillaron más, la luna se lleno de esplendor, los mares retumbaron, el universo entero estaba de pláceme.

El Movimiento había podido al fin, abrirse camino en medio de las dificultades, que por siglos habíamos vivido nosotros los humanos. Por primera vez se había roto la roca, por primera vez sesiona el primer grupo. El Dr. Leonel Ayala dijo que cuando nació el primer grupo del Movimiento, tenía clara sus convicciones, sobre lo que la humanidad necesitaba para superar la crisis del alcoholismo y la drogadicción creciente. Recuerdo que en una reciente reunión en San Pedro Sula, Honduras, el 5 y 6 de junio de 1999, el Dr. Ayala expresaba, ante miembros del Movimiento, que la necesidad de dejar el alcohol, lo llevó al conocimiento del tratamiento. No le importaba si los que estaban en esos grupos eran personas de escasos recursos económicos, me llamaba la atención y ahí entra mi etapa de conocimiento, que esas personas habían dejado de ingerir alcohol, respondió.

El Dr. Ayala expresó que el Movimiento es indetenible, porque no puede ser detenido. Dios otorgó a través de las lágrimas del ser humano un tesoro, dijo que nunca dará un paso atrás independientemente lo que cueste. En lo que concierne a mí no le voy a fallar a Dios, afirmó categórico.


 
© 2004 La Jornada. Todos los derechos reservados. Entrevistas de La Jornada, Noticiero La Jornada, es una marca registrada de La Jornada. Copyright. Comentarios / Staff / Inicio