actualizado 25 de junio 2014    
Cosep aclara que ni suplantamos, ni suplanta
La realidad es todo lo contrario
Redacción Central
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"En los gremios seguiremos trabajando en unidad, con estrategia y capacidad de actuar en nuestra relación con el Estado. Ni suplantamos ni dejamos que nos suplanten, afirma el gremio empresarial".

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El COSEP dio a conocer este punto de vista sobre las negociaciones con el gobierno de Ortega en un editorial que transcribimos íntegramente:

Un infundado titular de portada de La Prensa de la semana pasada y la invitación al programa Esta Noche, me hicieron replantear el tema para el editorial semanal y escribir sobre la importancia del rol de COSEP y los gremios empresariales en la vida del país.

Durante la entrevista televisiva, una pregunta, que parecía más una afirmación incriminatoria, indicaba que nuestro trabajo gremial estaba suplantando el rol de la Asamblea Nacional. La realidad es todo lo contrario. Con nuestro involucramiento activo dejamos de permitir que los políticos suplantaran el rol que nos corresponde a las organizaciones y a los ciudadanos, más aún, si estas decisiones están directamente vinculadas a nuestras empresas y a nuestro bienestar.

Hasta hace 10 años “lo normal” era que los políticos en los diferentes poderes del Estado decidieran y aprobaran, con muy poca retroalimentación, si alguna, sobre las decisiones y leyes que posteriormente se convertían en las reglas del juego para las actividades económicas.

Esta costumbre se originaba por un lado en el concepto del Estado que todo lo sabe y por el otro en que al votar el ciudadano estaba dando un cheque en blanco al electo.

Ni una ni la otra. Ni el Estado lo sabe todo, y menos sobre empresas, ni el ciudadano le da un cheque en blanco al electo.

Y aclaro que tampoco es que las organizaciones gremiales o la sociedad civil o los medios de comunicación lo sabemos todo.

Lo que la realidad ha mostrado, sin embargo, es que la articulación y la concertación entre el sector privado y el sector público es una ruta más efectiva para el bienestar de los países.

Es por ello que en COSEP, desde el Gobierno del presidente Bolaños, decidimos dejar de ser una organización socialmente activa para convertirnos en una organización activa socialmente. Dejamos de ser una organización pasiva ante el accionar del Estado para convertirnos en una organización proactiva con capacidad de acción propia.

Desde el año 2005 empezamos a llegar a la Asamblea Nacional sin ser invitados pero con el propósito de asegurar que nuestras posiciones técnicas fueran tomadas en cuenta. Los primeros resultados de ese esfuerzo gremial fueron la aprobación de La Ley de Mediación y Arbitraje y la aprobación del DR-CAFTA.

Desde entonces no hemos dejado de estar presentes llevando nuestros temas, demandas y planteamientos ante los diferentes poderes del Estado.

En relación a la pregunta planteada, en el caso de la Asamblea Nacional, hemos trabajado en los últimos años un total de 81 proyectos de ley. Lo hemos hecho con la participación de las empresas afectadas de acuerdo al tema y lo hemos hecho revisando artículo por artículo, incluyendo los Reglamentos cuando las leyes lo exigen. En 77 de estos proyectos hemos alcanzado el consenso para nuestros sectores.

Esto se ha traducido en mejores leyes y por ende en un mejor marco legal para las empresas, lo que ha sido un elemento importante para el incremento de la inversión en el país y la generación de empleo.

Y lo hemos hecho sin arrogarnos el lugar de nadie ni ufanándonos por trabajar por lo que demandan nuestros gremios, pero conscientes de la realidad política del país. Hoy la oposición política se encuentra fragmentada y su peso en la Asamblea es reducido. Ante ese escenario, con más razón, no podemos darnos el lujo de que los políticos decidan unilateralmente. Más aun, hemos buscado, y muchas veces asegurado, que donde no hay peso de la oposición no se tomen decisiones en detrimento de nuestro sector.

Esa ha sido nuestra responsabilidad y una parte de nuestra contribución como gremios con el país. Y lo hemos hecho no solo en la Asamblea Nacional sino también en los otros poderes del Estado. Si los otros sectores no son incidentes o si el peso político de la Asamblea no es balanceado, son realidades que tenemos que enfrentar y cambiar, pero no a costa de detener el desarrollo económico y social del país.

En los gremios seguiremos trabajando en unidad, con estrategia y capacidad de actuar en nuestra relación con el Estado. Ni suplantamos ni dejamos que nos suplanten. Es parte de nuestro compromiso con la economía y la democracia.






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