Expertos descubren que se fabrican más bloques que el necesario por cada bolsa de cemento
Recientemente en el Pacífico nicaragüense ocurrió un terremoto que dejó daños en varias casas, es por esta razón que el estudio se realizó en las bloqueras de la capital Managua.
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La mayoría de las bloqueras de Managua no están cumpliendo con la resistencia que exige el Reglamento Nacional de Construcción. Este contexto ha causado que un grupo de investigadores de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), realice estudios de la causa, y encuentre la forma de obtener el valor preciso para que el bloque llega a tener la resistencia que aguante un movimiento sísmico e alta intensidad, tal como los que podrían ocurrir en el Pacífico nicaragüense.
Para el ingeniero estructural Maurilio Reyes brindó detalles a un medio impreso nacional en el que dentro del programa denominado Taishin, que realizan con asesoría japonesa, evaluaron a mediados del año pasado a siete de las empresas que fabricaron bloques en la capital, entre artesanales, semi-industriales e industriales, y alcanzaron la conclusión que en ese momento ninguna de ellas cumplía con el llamado “valor de la resistencia a la compresión”, que es la capacidad del bloque para lograr soportar carga por el peso propio de la estructura, por el uso y la carga sísmica que según la norma tiene que ser de 1,765 libras por cada pulgada cuadrada.
El estudio, que fue llevado a cabo por cinco ingenieros y una arquitecta, descubrió que la mala calidad de los bloques está determinada, en algunos casos, porque se producen de 28 a 32 o más bloques por bolsa, “lo que indica que no se están tomando en cuenta las observaciones correspondientes a un máximo de 27 bloques por bolsa de cemento”.
"Nos llamó mucho la atención por qué razón es tan difícil conseguir el valor de la resistencia a la compresión, entonces comenzamos a estudiar las normas sísmicas de otros países. Entre ellos estudiamos las del Instituto Americano de Concreto (ACI), que no exige una resistencia mínima; el Código Europeo exige un valor muchísimo más bajo. Las únicas que tienen una exigencia muchísimo mayor que la nuestra, y nos decían los cooperantes japoneses que no le hiciéramos mucho caso, son las de México D.F., porque sus condiciones son súper especialísimas debido al suelo blando que tienen”, dijo Reyes.